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Una réplica sacude Haití, pero la ayuda despega

Reuters

Por Patrick Markey y Matthew Bigg

Un nuevo terremoto sacudió el miércoles la devastada capital haitiana de Puerto Príncipe, derribando los ya frágiles edificios de la ciudad y disparando el pánico entre los supervivientes del seísmo de la semana pasada.

La mayor réplica desde el mortal terremoto del 12 de enero conmocionó a las miles de personas que acampan en las calles, pero aparentemente no causó destrucción ni desaceleró la entrega de ayuda internacional, acelerada por la llegada de tropas estadounidenses.

Los haitianos huyeron de los edificios y se alejaron de las paredes durante la réplica de magnitud 6,1 por temor a una repetición del seísmo que mató a decenas de miles de personas la semana pasada.

"Las cosas empezaron a temblar. Tuvimos mucho miedo. La gente salió a la calle", dijo Victor Jean Rossiny, un estudiante de derecho que vive en la calle.

Los habitantes de Puerto Príncipe, desesperados y hambrientos, han estado durmiendo en las calles porque sus viviendas quedaron destrozadas o por temor a las réplicas.

El miedo a la violencia y los saqueos disminuye después de que las tropas estadounidenses ofrecieran seguridad para la distribución de agua y comida, mientras que miles de haitianos desplazados decidieron buscar refugio fuera de Puerto Príncipe.

Las autoridades haitianas han dicho que la cifra de muertos podría situarse entre 100.000 y 200.000 personas, y que 75.000 cuerpos ya han sido enterrados en fosas comunes.

"Los suministros están empezando a llegar a la gente", dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, durante una visita a India.

"Existe una preocupación de que si no se puede entregar suficientes suministros, en la desesperación la gente se vuelva hacia el delito y la violencia", agregó. "Afortunadamente, no hemos visto mucho de eso, y mi expectativa es que en la medida en que pongamos esos camiones en la calle con ayuda y la gente vea a las patrullas, eso evitará un nivel significativo de violencia".

DESEMBARCO

Los marines de Estados Unidos desembarcaron excavadoras y camiones en una playa de un pueblo cercano a Puerto Príncipe. Muchos haitianos observaban en calma el desembarco anfibio, mientras que los equipos de la Armada de Estados Unidos comenzaban a distribuir alimentos y ayudaban a los supervivientes a levantar refugios.

"Necesitamos ayuda. Mi sobrina tiene una pierna rota", dijo Dieulfaite Dessources, mientras observaba el desembarco. "Sólo quiero saber si la puedo traer aquí",.

El efectivo debe empezar a circular nuevamente en la colapsada economía haitiana para que la gente pueda comprar comida y los funcionarios puedan cobrar, dijo el Fondo Monetario Internacional.

Los bancos deberían reabrir pronto y las agencias de transferencia de dinero comenzaban a procesar remesas provenientes del exterior, dijo el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Nicolás Eyzaguirre, en el sitio web del organismo.

Las remesas, que rondan los 1.800 millones de dólares por año, representan cerca del 20 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de Haití, según economistas.

"Mucha gente me dice que se quedó o está a punto de quedarse sin dinero", dijo Simon Schorno, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja, en Puerto Príncipe.

VIOLENCIA LOCALIZADA

Las líneas de telefonía fija seguían sin funcionar en Puerto Príncipe, pero dos redes de telefonía móvil ofrecían un servicio de manera intermitente, dijeron responsables de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos. El sistema de agua sólo funcionaba parcialmente.

Si bien era necesaria la presencia de escoltas militares en la entrega de ayuda, Naciones Unidas dijo que los problemas de seguridad estaban centrados en zonas consideradas de "alto riesgo" antes del terremoto y se encontraban bajo control.

"No he visto indicios que me lleven a pensar que la situación de seguridad se esté deteriorando", dijo el general Floriano Peixoto, jefe de la misión militar brasileña. Tropas de Brasil han ayudado a la policía de Haití a recapturar a cerca de 4.000 presos que habían escapado tras el terremoto.

Para acelerar el arribo de ayuda y frenar los saqueos y la violencia, el Consejo de Seguridad de la ONU acordó destinar 2.000 tropas y 1.500 policías más a la misión de paz de 9.000 efectivos que se encuentra en Haití.

Alrededor de 12.000 efectivos militares de Estados Unidos están en Haití y en barcos cerca del país.

Sin embargo, el presidente venezolano, Hugo Chávez, un acérrimo crítico de lo que llama "imperialismo" estadounidense, ya ha acusado a Washington de la "ocupación" de Haití, bajo el pretexto de la operación de ayuda.

El presidente haitiano, René Préval, ha dicho que las tropas estadounidenses ayudarán a la ONU a mantener el orden.

URGENTE NECESIDAD DE MEDICAMENTOS

Hasta el momento, no han aparecido enfermedades infecciosas, aunque muchos heridos enfrentaban la amenaza inminente del tétanos y la gangrena, y los hospitales estaban sobrepasados.

Los equipos de rescate seguían buscando supervivientes entre los escombros.

"Sabemos que hasta hoy 121 personas se salvaron por los equipos de rescate, un récord para el número de gente rescatada después de un terremoto", dijo a periodistas el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud, Jon Andrus.

El Programa Mundial de Alimentos, que ha alimentado a 200.000 víctimas del seísmo, espera tener 10 millones de raciones en el curso de la próxima semana, dijo la ONU. Unas 130.000 personas adicionales han sido alimentadas por otros grupos de ayuda.

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