Este artículo se publicó hace 15 años.
Rubalcaba aconseja llevar notario si se habla con el PP
Los conservadores vuelven a acusar al Gobierno de espiar a sus líderes
Laura Cruz
La polémica sobre la utilización del sistema policial de escuchas Sitel vivió ayer un nuevo episodio en el Congreso. Un día después del último revolcón parlamentario del PP, a cuenta de los supuestos espionajes a sus líderes, el diputado conservador Carlos Floriano recuperó para la sesión de control su peculiar teoría de la persecución. Aprovechó para ello el rifirrafe que tuvo hace una semana con Alfredo Pérez Rubal-caba en los pasillos del Congreso. Según Floriano, el ministro del Interior le espetó: "Escucho lo que dices y veo lo que haces". El diputado del PP se limitó ayer a completar la polémica con un interrogante: "¿Tiene autorización para ello?".
La pregunta obligó a Rubalcaba a repetir que se había manipulado su frase con los mismos argumentos que utilizó horas después del altercado. Explicó que cuando el diputado conservador le había negado que su partido sembrara sospechas sobre el Gobierno, él le había conminado: "Que escucho lo que dices [en los medios] y veo lo que haces".
El ministro abandonó el hemiciclo entre aplausos del PSOE
El ministro no se limitó a la explicación. Aprovechó su turno de preguntas para lanzar un consejo "gratuito" hacia su propia bancada. "Cuando vayáis a hablar con el señor Pons y con el señor Floriano, nunca vayáis solos, siempre acompañados. Siempre acompañados y con un notario".
El chascarrillo le valió que al terminar su turno de preguntas todo el Grupo Socialista se levantara y le despidiera entre aplausos. Él, ni corto ni perezoso, abandonó el hemiciclo saludando y lanzando besos a su propio público.
Pero ni la rotunda derrota del martes ni los argumentos del ministro en la sesión persuadieron a Floriano de volver a extender un manto de dudas sobre el funcionamiento del Estado de derecho y la interceptación de comunicaciones.
La acusación del PP remite a la campaña iniciada en agosto por Cospedal
El diputado conservador se volvió a agarrar a la bronca con Rubalcaba y estableció un silogismo dudoso: "Usted dijo que si me estuviera escuchando ilegalmente no me lo hubiera dicho. Usted dijo que cuál puede ser su interés en escuchar a un diputado como yo. Es obvio. Pero, siguiendo su argumentación, eso quiere decir que compañeros más importantes de mi partido sí pueden estar siendo escuchados". La frase de Floriano resucita la campaña iniciada en agosto por la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, denunciando escuchas ilegales al PP. Aún no han presentado pruebas.
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