La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha expresado hoy en Valladolid su 'sensación de esperanza' porque en España 'ya se vive de otra manera' y 'se ve en las calles' que 'hay mucha más alegría que hace meses', después de aplicar 'la única línea posible', en la que hay que 'perseverar'.

Durante un encuentro con unos quinientos empresarios de Castilla y León organizado en la capital vallisoletana por el PP, con motivo de la campaña para las elecciones europeas del 25 de mayo, la vicepresidenta ha realizado un recorrido por las medidas aplicadas por el Gobierno, que han supuesto un 'golpe de timón' respecto a la ausencia de decisiones del anterior Ejecutivo.

Estas iniciativas, entre las que ha destacado el convencimiento del presidente Mariano Rajoy para no pedir el rescate financiero a la UE, han servido en su opinión para que España 'por primera vez pueda ser ejemplo en muchas cosas' en Europa, como en lo plasmado en la reforma laboral y la reforma administrativa. La vicepresidenta ha comparado el papel del empresarios con la 'columna vertebral de la economía española', que con 'pilares cada vez más resistentes' va experimentando un 'cambio de tendencia que con cada dato se va convirtiendo en una evidencia'.

Tras recordar las proyecciones y los últimos datos macroeconómicos, que ha vinculado a las medidas 'no siempre populares' adoptadas por el Gobierno, Sáenz de Santamaría ha remarcado que 'España puede aspirar a ocupar un papel de liderazgo' en el contexto europeo, al crecer por encima de la media en 2015. Para la vicepresidenta, es la 'determinación, el esfuerzo y la responsabilidad' con la que han actuado en su opinión el Gobierno y los empresarios, lo que posibilita que se comiencen a ver 'señales positivas cada vez más cercanas, con datos que influyen en la vida real', aunque ha apostillado que para que la 'alegría sea definitiva' se debe crear empleo.

Sobre los efectos que hubiera tenido el rescate de la economía española por parte de la Unión Europea, Sáenz de Santamaría ha reconocido que son difíciles de determinar, aunque ha pedido mirar a los países que sí fueron intervenidos, y ha ensalzado la 'decisión de una persona', el presidente del Gobierno, para hacer 'algo que muchos dejaron de hacer: confiar en España y los españoles'.

Pero la vicepresidenta ha reconocido que aún restan deberes por hacer para el Ejecutivo, entre los que ha destacado una 'reforma fiscal importante e integral' de un modelo que 'se ha ido parcheando' pero que necesita ser 'más equitativo, con más lucha contra el fraude y que beneficie a las pymes y los trabajadores'. Otra de las iniciativas que está por definir es la reforma de la unidad de mercado, sobre la que ha reflexionado al decir que 'no es posible' que sea más fácil exportar al extranjero que vender en otras comunidades autónomas vecinas.