Este artículo se publicó hace 16 años.
Scorsese ha jugado las reglas de Hollywood sin dejar de ser un autor, según un biógrafo
Martin Scorsese ha sabido jugar las reglas de Hollywood sin haber dejado de ser un director-autor, según ha explicado hoy el especialista cinematográfico Tomás Fernández Valentí, autor de la biografía del cineasta "Martin Scorsese: un infiltrado en Hollywood".
"Martin Scorsese: Un infiltrado en Hollywood" (Ediciones Carena) es un repaso cronológico a la vida y la obra del director con una única pretensión, confiesa el autor: "dar una perspectiva general y actualizada de su carrera a lectores no necesariamente especializados que sirva de iniciación a la obra de este realizador e incite a explorar su filmografía".
Aunque muchos dirán que se trata de "un libro más de Scorsese", según el periodista, "Martin Scorsese no se agota en un libro, ni en dos ni en tres, y siempre se publicarán libros sobre el director neoyorquino mientras mantenga la reputación que tiene ahora".
Fernández resume en una frase el común denominador que atraviesa la biografía: "Su cine es su vida, y su vida está vinculada asimismo al cine".
Justifica la aparición de la biografía en este momento porque "Scorsese ha alcanzado el máximo de su prestigio crítico, así como el reconocimiento popular".
"Siempre había tenido gran predica entre los especialistas cinematográficos, pero nunca había llegado al gran público, pues sus películas, con alguna excepción contada, no habían sido éxitos de taquilla", añade.
El gran mérito de Scorsese, considera Fernández Valentí, ha sido "consolidarse como autor, como productor, cosa que ha conseguido jugando las mismas reglas de Hollywood".
El título del libro hace referencia a la habilidad de Scorsese para "infiltrarse' -en un evidente juego de palabras con su filme 'Infiltrados'- en la maquinaria de Hollywood, la única que le garantizaba el dinero necesario para tirar adelante sus proyectos, y todo ello sin haberse traicionado a sí mismo".
Un análisis superficial de su discografía descubre un buen número de películas que tienen como temática el mundo del hampa o la delincuencia: "Taxi Driver", "Toro salvaje", "Uno de los nuestros" o "Gangs of New York".
Esta coincidencia tiene, a su juicio, una explicación en los propios orígenes étnicos del director: "Scorsese nació y creció en Little Italy, el barrio de los emigrantes italianos que frecuentaba la mafia, unos ambientes que no le eran desconocidos y que aparecen ya en 'Malas calles".
La comparación con otro de los grandes directores norteamericanos de su generación, Francis Ford Coppola, con quien también comparte orígenes italianos, es inevitable.
"Mientras Coppola fue torpedeado en la línea de flotación y se acabó hundiendo, Scorsese siempre hizo aguas, pero al final consiguió salir a flote, en gran parte por haber contado con el actor Leonardo DiCaprio en sus tres últimos filmes de ficción, 'Gangs of New York', 'El Aviador' e 'Infiltrados", señala.
DiCaprio se ha convertido de este modo en el actor fetiche de Scorsese, un papel que jugó en sus inicios Robert de Niro, con quien no trabaja desde "Casino", aunque ambos mantienen una excelente relación de amistad.
Por regla general, asegura Fernández, "Scorsese se ha llevado bien con todos sus actores" y por sus películas han desfilado estrellas como Tom Cruise, Jack Nicholson, Matt Damon, Nicolas Cage, Paul Newman, Michelle Pfeiffer, Sharon Stone, Nick Nolte, Jessica Lange o Daniel Day-Lewis.
Quizá la única excepción sea Cameron Díaz, "una imposición de los productores de 'Gangs of New York' en detrimento de la preferida del director, Sarah Polley".
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