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Senegal, un ejemplo con dos caras en la lucha contra el sida

Empezó a aplicar programas de prevención contra el VIH casi al principio de la pandemia, pero flaquea en el cuidado de los grupos de riesgo

AINHOA IRIBERRI

Casi por definición, un país con una prevalencia del VIH menor del 1% no puede estar situado en el África subsahariana, donde viven 22 de los 33 millones de infectados por el virus del sida en todo el mundo. Pero en el reparto de la pandemia del VIH también existen las excepciones, y Senegal es el ejemplo de cómo una buena (y precoz) política de prevención puede conseguir que un país estratégico del oeste de África mantenga niveles bajos de VIH.

Además del compromiso de los diferentes gobiernos que se han sucedido en Senegal, uno de los artífices de la lucha contra el sida en este país es el Fondo Mundial de la Lucha contra el Sida, la Malaria y la Tuberculosis, una asociación mundial público-privada creada en 2002 para incrementar radicalmente los recursos destinados a la lucha contra tres de las enfermedades más devastadoras del planeta y para dirigir esos recursos a las áreas más necesitadas. En Senegal, el tratamiento antirretroviral es gratuito y accede a él el 56% de los que lo necesitan, más del doble de los que lo hacían en 2004. Un ejemplo, pues, de que en África se puede luchar contra el sida.

El tratamiento antirretroviral es gratuito para todos los senegaleses. Un 56% accede a él

Pero la perla africana en la lucha contra el sida tiene un flanco muy débil en el control de la epidemia en dos de sus principales grupos de riesgo: los hombres que mantienen sexo con otros hombres (HSH) y las trabajadoras sexuales. Senegal tiene también una dramática característica que lo diferencia de sus vecinos. En este país, el sida se ceba especialmente con las mujeres, y por cada varón seropositivo, las estadísticas revelan a 2,25 mujeres en la misma situación.

Aunque esta situación debería suponer una mayor implicación de las mujeres, esta excede incluso lo recomendable. En los programas que financia el Fondo Mundial, el hombre es el gran ausente, una situación propiciada por las características socioculturales propias del país y que, sin duda, frena el impacto positivo que puedan tener los programas de prevención.

La antropóloga del Centro de Investigación y Formación en Cuidado Clínico de Senegal, Alice Desclaux, comenta que los hombres son más reacios a ser vistos en los centros de salud algo que implicaría debilidad. Además, señala Desclaux, 'muchos no se lo cuentan a las mujeres'.

Las mujeres son las únicas que se implican en la lucha contra el VIH

El estigma es el mayor obstáculo para la lucha contra el VIH en Senegal, como lo demuestra el hecho de que, hasta este viernes, no se aprobara una ley de protección a los seropositivos. ¿Podrá algún programa internacional alterar esta situación?

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