Sharapova vuelve a la final y luchará con la rebelde Ivanovic

En dos semifinales completamente diferentes, la rusa Maria Sharapova y la serbia Ana Ivanovic alcanzaron el objetivo que toda jugadora persigue al principio de la temporada, lograr la final del Abierto de Australia.

Sharapova repetirá final después de ser apaleada en la de 2007 por la estadounidense Serena Williams. Lo hace tras vencer a la serbia Jelena Jankovic, lesionada en la espalda y que no se retiró por no desilusionar al público, por 6-3 y 6-1. Ivanovic se revolvió ante lo que parecía ya inevitable y tras perder los ocho primeros juegos del partido logró la proeza de acabar con Hantuchova por 0-6, 6-3 y 6-4.

Con la misma gran forma en la que venció a la belga Justine Henin, número uno del mundo, en cuartos, rompiendo su racha de 32 victorias consecutivas, Sharapova resolvió ante Jankovic a quien endosó un parcial de 5-0 en el primer set. Maria conoce perfectamente desde su etapa júnior a Jelena a quien ha derrotado antes ya en cinco ocasiones, pero nunca de forma tan dramática como en esta.

La serbia no pudo oponer toda la resistencia que hubiera deseado, debido a unos problemas en la espalda y acabó los últimos juegos de partido con lágrimas, dudando si retirarse o no.

Jankovic ha tenido problemas físicos desde que comenzó la temporada. Durante la Copa Hopman en Perth, el torneo de Sydney y en estas dos semanas en Melbourne. En el partido contra Sharapova, la de Belgrado tuvo que tenderse en la pista central para recibir masaje en la espalda, e incluso abandonó el recinto durante unos minutos con la fisioterapeuta detrás.

Con lágrimas y sensación de que no podía hacer nada para solucionarlo, Jankovic entregó el partido en una hora 18 minutos. "No abandoné por el público, era una semifinal de un Grand Slam", dijo después.

Sharapova anotó 33 golpes ganadores, ocho saques directos y solo cedió su saque en una ocasión. "Estoy muy contenta de mi actuación aquí, he ido a más", dijo, "espero que la derrota en la final del pasado año me ayude ahora".

Sharapova se encontrará en su cuarta final de un Grand Slam con una jugadora sin tanta experiencia en partidos cruciales y con un recuerdo desalentador para ella, pues Ivanovic perdió la del año pasado en Roland Garros ante la belga Justine Henin, atenazada por los nervios, sin poder servir.

Para Maria será su cuarta final de un Grand Slam, después de ganar la primera en Wimbledon en 2004, la del Abierto de Estados Unidos en 2006 y perder la de Melbourne el pasado año ante Serena Williams.

Ivanovic puede dar gracias de que su fe no le abandonó cuando en un miserable comienzo dejó escapar a Hantuchova 6-0 y 2-0. La serbia no ganó su primer juego hasta los 46 minutos de partido y había perdido el set inicial en solo 22 minutos, masacrada por la derecha de Hantuchova, hasta entonces iluminada.

"Me sentía frustrada", dijo Ivanovic después "no era divertido ir perdiendo así y de esa manera", comentó, "lo hice por vosotros porque ya me veía haciendo las maletas para volver a casa", añadió dirigiéndose al público.

Pero Ana se recuperó sabiendo que ya no podía perder mucho más. Una doble falta de Daniela en el octavo juego sirvió para que Ivanovic se situase con 5-3 y luego ganase el segundo set.

En el tercero, el quinto juego de 10 minutos fue crucial pues Ivanovic salvó hasta seis puntos de rotura para romper ella en el noveno. Luego, Hantuchova, ya con el miedo en el cuerpo, falló una fácil volea de derecha para entregar su saque (5-4), y Ana no falló después.

Tan mal sentó la derrota a Hantuchova que en la despedida del partido tan solo dio la mano a su verdugo sin mirarle a la cara.