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¿El show debe continuar?

Llega el último grito: una exposición sobre exposiciones imposibles

 

BRAULIO GARCÍA JAÉN

RMS, La Asociación, una productora cultural centrada en el arte contemporáneo, propuso a una treintena de comisarios nacionales e internacionales un experimento artístico: 'que planteen un proyecto de exposición imposible, ya sea porque el discurso planteado esté prohibido y sea censurado; los espacios elegidos no permitan mostrar obras, sean inaccesibles, o nunca se hayan construido; o las piezas hayan sido destruidas, fueran robadas, no puedan transportarse e, incluso, nunca hayan existido'.

El resultado es Imposible Show, una exposición de exposiciones imposibles, que estará abierta hasta el próximo 4 de febrero en RMS, El Espacio, en Madrid. Aunque más que una exposición 'es un archivo que, a la medida que nos van llegando las propuestas, lo vamos ampliando', explica Sergio Rubira, uno de los tres promotores de RMS. Hay una sola obra expuesta: un PDF de Dora García titulado 100 obras de arte imposibles, que, además del archivo de audio en el que se pueden escuchar la lista leída de viva voz por la propia autora, está en formato póster que los visitantes pueden llevarse a casa.

Hay muchas razones para la imposibilidad: la censura, el robo

El resto de las propuestas que han llegado a RMS, El Espacio, de momento, son notas de prensa, audioguías y un vinilo que funciona también como audioguía: todos dando cuenta del por qué de imposibilidad de su exposición imaginaria. 'Form Content, un colectivo londinense, ha hecho lo contrario: lo que es imposible es la nota de prensa y a partir de ella han invitado a diferentes comisarios a montar exposiciones. Ahora en Londres están haciendo exposiciones distintas según las interpretaciones de cada comisario. Pero nosotros sólo exponemos la nota de prensa'.

Básicamente, la exposición consiste por tanto en las reflexiones que provoca, sin haber tenido lugar. 'La gente está encantada, porque es una forma de posibilitar lo imposible', en palabras de Sergio Rubira.

'La gente está feliz, es una forma de posibilitar lo imposible'

Unas reflexiones que conducen, en algunos casos, a los propios límites del arte: 'un colectivo checo propone una reflexión sobre que justamente una exposición en la que todo fuera posible, también es imposible. Porque se podrían producir asesinatos o suicidios ¿y estaría todo justificado porque se trate de 'obras de arte? Obviamente, ese es el límite que plantean', añade.

El vinilo es una obra de una comisaria brasileña, Daniela Castro, que propone una historia sonora de su imposibilidad. 'Es un proyecto, a partir de un relato del escritor David Foster Wallace, que Castro no logra que se exponga en ningún sitio. Intuyo que por la radicalidad de la propuesta, aunque en verdad yo no sé qué hay detrás: el vinilo condensa el relato de Wallace y en la cara B se oye cómo se traducirían sonoramente las obras de la exposición, pero nada más. Así que lo que se plantea también es la imposibilidad de la traducción'.

Todo es imposible, pues, salvo el show o, mejor dicho, el archivo sobre el show. 'La idea es que se fuera construyendo en el tiempo. Empezó bastante vacía en diciembre y hasta el 4 de febrero, que estará llena', explica Rubira.

La idea de los promotores es crear, a partir de esta treintena, un archivo de proyectos imposibles y subirlo a la red. 'Cuando tengamos web, porque eso también está en construcción', subraya entre carcajadas.

Al archivo se añadirán también las conferencias que se van desarrollando paralelamente a esta exposición imposible.

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