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La tripulación, libre tras quince días de incertidumbre

EFE

El regreso a España de los tres tripulantes que estaban presos en el Chad desde el 25 de octubre pone fin a las sospechas sobre su complicidad y la de las cuatro azafatas, liberadas la pasada semana, con la ONG el Arca de Zoé, imputada por el supuesto intento de secuestro de 103 niños.

El piloto Agustín Rey, el copiloto Sergio Muñoz y el auxiliar de vuelo Daniel González regresan esta tarde a España, como ya lo hicieron el pasado domingo Tatiana Suárez, Carolina Jean, Mercedes Calleja y Sara López, las azafatas que fueron trasladas desde el Chad por el avión del presidente francés, Nicolas Sarkozy.

La liberación de las cuatro azafatas, tras numerosas gestiones diplomáticas españolas y francesas, dio esperanzas para pensar que los tres tripulantes podrían tener en breve la misma suerte que ellas y que los tres periodistas galos que viajaron a su país también junto a Sarkozy.

El Gobierno español continuó realizando gestiones con las autoridades chadianas para que se aplicara la presunción de inocencia y un "trato correcto" a los tres tripulantes.

Un día después de la liberación de los siete europeos, Rey, Muñoz y González declararon ante el juez de instrucción de Yamena, la capital del país, y reiteraron su inocencia en el frustrado intento de traslado irregular del centenar de niños a Francia.

Un viaje que, según señalaron fuentes judiciales francesas el pasado martes, planearon los responsables de la ONG y para el que engañaron a la policía gala afirmando que eran una organización estadounidense.

Unas intenciones desconocidas por los tripulantes españoles, según aseguró Antoni Cajal, el director comercial de la compañía aérea barcelonesa Girjet, encargada del vuelo contratado por la ONG para sacar supuestamente a los menores, quien también rechazo las acusaciones del ministro de Interior chadiano, Ahmat Mahamat Bachir.

Bachir había acusado a los dos pilotos españoles de cambiar la matrícula del avión, pero desde la compañía se aseguró que se había producido un cambio de aparato por una avería y consecuentemente de matrícula, lo que se notificó a Aviación Civil del Chad.

La liberación de los tres españoles parecía cuestión de días y sus abogados esperaban que fuera lo antes posible para que no quedara en medio de la creciente tensión política que se estaba creando entre Francia y el Chad.

Tras volver de su viaje "relámpago" al país africano, Sarkozy había declarado que regresaría a Chad para llevarse a los franceses que seguían retenidos, "a pesar de lo que hayan hecho", y se inclinaba a que sus compatriotas fueran juzgados en Francia, al amparo de un acuerdo judicial entre los dos países.

La puesta en libertad de los españoles encarcelados parecía ya una realidad ayer, ya que no se requirió su presencia durante el careo entre los cuatro chadianos y los miembros de la ONG.

El jefe del Ejecutivo, José Luis Zapatero, mantuvo además, antes de la liberación, una conversación telefónica "determinante" para la puesta en libertad de los españoles, con el presidente del Chad, Idriss Deby, a quien le agradeció el trato dispensado a los tripulantes y le expresó su respeto por la justicia de su país.

El anuncio oficial de la liberación se ha producido finalmente esta mañana, después de que los responsables de la ONG exculparan a los tripulantes españoles en la declaración que hicieron ante el juez.

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