Por Shavkat Rakhmatullayev

La cápsula espacial Soyuz que transportaba al turista espacial estadounidense Richard Garriott y a dos cosmonautas rusos aterrizó el viernes sin problemas en Kazajistán.

"Acabamos de aterrizar. Me siento genial. Me siento muy bien. El regreso fue perfectamente suave", dijo a Reuters un sonriente Garriott poco después de que fuera sacado de la cápsula por un equipo ruso.

La nave descendió lentamente con un gran paracaídas y encendió motores especiales para suavizar su aterrizaje. Finalmente acabó tocando tierra en medio de una nube de polvo y tierra en un campo a unos 80 kilómetros al norte de la pequeña localidad de Arkalyk.

Ennegrecida por su llameante reingreso en la atmósfera terrestre, la cápsula tocó tierra en las estepas de Kazajistán central a las 03:36 GMT, como estaba previsto.

Una transmisión de televisión en directo de la NASA desde el centro de control de la misión en Moscú describió el aterrizaje como impecable.

Garriott, un magnate de los videojuegos estadounidense que pagó 35 millones de dólares por su aventura de 12 días en el espacio, regresó junto a los cosmonautas rusos Sergei Volkov y Oleg Kononenko.

El estadounidense es hijo de un astronauta de la NASA, mientras que el padre de Volkov se encontraba en el espacio cuando cayó la Unión Soviética.

Garriott y Volkov son los primeros hijos de astronautas que viajan juntos al espacio, un acto simbólico en un momento en el que las relaciones entre Moscú y Washington son particularmente tensas.

El regreso de la Soyuz fue especialmente seguido después de que la nave fallara en dos ocasiones el año pasado, lo que sometió a sus tripulaciones a peligrosos aterrizajes y planteó preocupaciones sobre su fiabilidad.