Uno va intentando dirigir su carrera como puede y hasta ahora he tenido una flor en el culo'. El actor Carles Francino resume con esta frase su trayectoria en la interpretación a la que llegó tras abandonar la carrera de sociología. Tras pasar por Hospital Central y protagonizar Bandolera, su próximo trabajo es la serie de Globomedia Punta Escarlata, que Telecinco estrena mañana (23.15 horas).

¿Qué relata esta ficción?

En esta serie vamos a ver la investigación de un caso. Hay dos policías que se van a investigar unos asesinatos que tuvieron lugar hace ocho años pero es ahora cuando alguien ha encontrado los cuerpos. Cuando lleguen los policías al pueblo van a suceder cosas extrañas y van a aparecer personajes muy curiosos.

¿El ingrediente principal será la intriga?

Sí, y el misterio, con todo lo que ello implica: una luz, un ritmo y una manera de contarlo. Es un poco Twin Peaks a la española. Tendrá un tono oscuro.

¿Cómo es su personaje?

Se llama Bosco. Él es un policía joven muy de ciudad, un buen agente muy obsesionado con su trabajo, además de muy pragmático, lo que le traerá problemas en lo personal y en el trabajo. El caso se desarrolla en un sitio de mar, y llevará fatal la playa y los mosquitos, al contrario que su compañero Max. Bosco no sería nada sin él.

¿Qué tienen las series policíacas que siempre hay alguna en la parrilla?

Supongo que es su manera de contar las historias. Las series de policías tienen ritmo, intriga buscan en el espectador las ganas de seguir viendo qué es lo que va a suceder.

Los espectadores le verán en una serie de época como ‘Bandolera' (Antena 3) y en una que se desarrolla en la actualidad. ¿En qué ambiente se siente más cómodo?

No me muevo mejor trabajando en época que en algo contemporáneo. En el caso de Bandolera me he apoyado bastante en las directrices del personaje. Cuando te dicen que vas a hacer de un guardia civil uno empieza a moverse de una forma distinta. En Bandolera no tuvimos mucho tiempo para ensayar, pero lo bueno de hacer una serie diaria es que cada día tienes muchas oportunidades para cagarla y para acertar, es un ejercicio constante. En ambas series el look cambia, pero la base de los dos personajes es la misma. Siempre hay una buena persona por debajo, por mucho que los dos se equivoquen.

Abandonó la carrera de sociología por la interpretación. ¿Acertó con el cambio?

Sí creo que sí. Estaba haciendo sociología de bar, era un desastre y no estaba contento con lo que hacía. Descubrir el teatro en ese momento fue para mí ver la luz. Al principio lo tomé con calma viendo que no fuese un capricho. Cuando pasó el primer año vi que era lo que me gustaba hacer.

¿Nunca le tentó el mundo del periodismo para seguir la carrera de su padre?

Lo pensé. Se me pasó por la cabeza, pero nada más.

Cuando estudiaba interpretación renegaba de la tele. ¿Por qué ha cambiado de opinión?

Renegaba como un tonto. Cuando estamos en la escuela somos tontos y pensamos que somos los reyes del mambo. Decimos yo nunca voy a hacer un serie, haré teatro y cine y voy a ser un actor de culto. Es un error muy grande, pero eres joven y quieres comerte el mundo. Hay un alguien muy cercano a mí que me dice: 'El futuro es la televisión', y aparentemente las cosas se van decantando por ahí. Pero también me encantaría poder hacer cine y teatro.