Este artículo se publicó hace 14 años.
La UE ratifica su red de seguridad y Alemania anuncia ahorros
Los ministros de Finanzas de la UE salieron a calmar a los mercados el lunes al aprobar una enorme red de seguridad financiera para la zona euro, mientras Alemania anunciaba recortes presupuestarios que espera sirvan de ejemplo a sus socios.
La coalición de la canciller alemana, Angela Merkel, aprobó un plan de ahorro de 11.200 millones de euros para el próximo año, dentro de un paquete de 80.000 millones de euros que pretende recuperar la confianza de los inversores en el bloque monetario de 16 países.
Sin embargo, Merkel ha aplazado las conversaciones con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para reformar la gobernabilidad de la zona euro. Aunque representantes oficiales aludieron a problemas de agenda, hay signos de diferencias entre los dos socios.
Los ministros de los países que utilizan el euro se reunieron en Luxemburgo para sellar los acuerdos que permitan la creación de un Vehículo de Propósitos Especiales (SPV, por su sigla en inglés) que recaude hasta 440.000 millones de euros con el fin de dar préstamos a las naciones de la zona euro que corran riesgos de sufrir problemas de pago similares a los de Grecia.
"El esquema ha sido establecido hoy bajo la forma de una compañía de responsabilidad limitada con sede en Luxemburgo", precisó el líder de los ministros de Finanzas de la zona euro, Jean-Claude Juncker, señalando que la red de seguridad podría estar operativa este mismo mes.
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que la red de seguridad europea -valorada en hasta 750.000 millones de dólares cuando se incluya el aporte de 250.000 millones del FMI- es "un gran paso adelante".
"Los mercados tienen que entender esto, que el compromiso de los países de la zona euro con la ayuda del FMI es sólido", afirmó Dominique Strauss-Kahn, que se unió a las conversaciones ministeriales.
El comisario de Economía de la UE, Oli Rehn, dijo que los ministros discutieron también sobre "la estrategia de salida fiscal (de las medidas de estímulo económico) porque es evidente que muchos países necesitan acelerar la consolidación fiscal".
ADVERTENCIA DE CAMERON
Fuera de la zona euro, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que la escala de los problemas presupuestarios de su país es incluso peor de lo que había adelantado.
"Grecia permanece como una advertencia de lo que le ocurre a los países que pierden credibilidad o de aquellos gobiernos que, de alguna manera, pretenden evitar las decisiones difíciles", aseguró en un discurso.
El nuevo Gobierno húngaro, que alarmó a los mercados la semana pasada al sugerir que el país podría sufrir una crisis similar a Grecia, intentaba tranquilizar a los inversores al prometer ceñirse a los objetivos de déficit que sus antecesores acordaron con el FMI.
Aunque Hungría no está en la zona euro, el riesgo de una crisis financiera en los países de la UE es uno de los factores que pesan sobre la confianza en el euro y en los bancos del bloque monetario que tengan una exposición sustancial a Europa central y del este.
Pero Juncker, presidente del Eurogrupo de ministros de Finanzas de la zona euro, dijo a periodistas: "No veo ningún problema con Hungría. Sólo veo el problema de que los políticos en Hungría hablan demasiado".
Se espera que los ministros de la UE aborden el endurecimiento de la fiscalización de los presupuestos locales, así como sanciones más rápidas y más duras contra los países que no cumplan con los límites de déficit de la UE o tergiversen sus estadísticas, como hizo Grecia.
DEBILIDAD DEL EURO
La preocupación por la estabilidad política de España, la mayor de las complicadas economías del sur de la zona euro, avivaba el nerviosismo de los mercados.
El rendimiento del bono español a cinco años se acercaba al máximo del 3,91 por ciento que alcanzó poco antes del acuerdo de la zona euro del 13 de mayo para un paquete de ayuda de 1 billón de dólares para el bloque monetario y previo a que el Banco Central Europeo empezara a comprar bonos estatales.
La moneda única se transaba cerca de su menor nivel en cuatro años por debajo de los 1,20 dólares, después de hundirse el viernes.
Juncker y Rehn dijeron estar más preocupados del ritmo del descenso de euro que de su devaluación.
El FMI aseguró en un informe que el reciente tipo de cambio del euro está "cerca de los fundamentos" y ayuda a las exportaciones.
"Pero las rigideces, especialmente en el mercado laboral y financiero de algunos países, están limitando la necesaria reestructuración en la secuela de la crisis global", comentó la institución.
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, afirmó el sábado que las autoridades europeas estaban cerca de concluir sus nuevas pruebas de tensión al sistema bancario.
Sin embargo, no quedó claro si estas pruebas involucrarían a bancos en forma individual ni recomendaciones de que alguno necesite capital fresco, como ha abogado el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner.
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