Iñaki Urdangarin acaba de negar que tuviera el menor conocimiento sobre una factura de 241.000 euros vinculada al convenio valenciano para los Juegos Europeos y que la fiscalía anticorrupción considera falsa.

No es la primera vez que Urdangarin alega ignorancia ni previsiblemente será la ultima. Durante las 15 horas de interrogatorio que ya suma su comparecencia judicial entre ayer y hoy, el yerno del rey no ha cesado de repetir que su cometido en Instituto Nóos era por completo ajeno a la gestión económica y administrativa de la entidad, lo que coloca la pelota en el tejado de Diego Torres, su antiguo socio y mano derecha en la ONG.

Emitida por Lobby Comunicación y pagada por la Generalitat en agosto de 2006, esa factura se corresponde con la elaboración de varios supuestos dossieres sobre deportes y federaciones susceptibles de integrarse en los Juegos Europeos que jamás llegaron a celebrarse. El acuerdo para este nuevo evento deportivo fue firmado por la Generalitat y el Instituto Noos en la víspera de la nochebuena de 2005.

Los investigadores del caso sospechan que el trabajo no existe y que la emisión de la factura fue sólo una maniobra para cruzar pagos ficticios con la trama Nóos. Y ello porque al tiempo que Instituto Nóos aceptaba la factura de 241.000 euros, Lobby aceptaba a su vez una factura de importe casi idéntico librada por el bufete Torres Tejeiro, ligada al socio del duque, Diego Torres.

La factura endosada por ese bufete a Lobby Comunicación se refería a la confección de un estudio sobre la viabilidad de apertura de una nueva sede de la empresa valenciana en Barcelona. El propietario de Lobby, Miguel Zorío, también imputado, siempre ha defendido rotundo que ambas facturas se corresponden con trabajos reales y que así se demostrará.

El fiscal anticorrupción Pedro Horrach no se lo cree. Y asi lo está constatando el tono de su interrogatorio a Urdangarin, muy duro según fuentes conocedoras de la comparecencia.

Los 241.000 euros facturados por Lobby, conforma la mayor factura de todas las endosadas a la Generalitat tras el convenio para los Juegos Europeos, que reportó a Instituto Nóos 382.000 euros en total. Haber aceptado la factura de Lobby como justificante de gasto por parte de Inastituto Nóos ya le ha costado la imputación a la entonces subsecretaria de Presidencia de la Generalitat, Isabel Villalobnga, persona de confianza de Francisco Camps. Fue ella quien autorizo el pago de la factura.

Cuando la semana pasada Público adelantó la imputación de Villalonga, el PP argumentó que la ex alto cargo de la Generalitat, no sólo no había cometido ningún delito sino que había rechazado facturas de Instituto Nóos por importe de 1,9 millones de euros.

Villalonga las tumbó porque según la propia versión de la Generalitat no se correspondían con tareas comprendidas en el ámbito del convenio para los Juegos Europeos.