La vacuna contra el virus del papiloma humano había recibido más quejas antes de que dos niñas de 14 años fueran hospitalizadas el miércoles y el viernes de la semana pasada tras haber recibido la segunda dosis de la vacuna Gardasil, uno de los dos fármacos que se comercializan en España para combatir el virus que causa el cáncer de cuello de útero.

Una de las dos menores afectadas, que ya había sido trasladada a planta, volvió a ingresar el miércoles por la tarde en la UCI del Hospital Clínic de Valencia. Ambas siguen estables, dentro de la gravedad, según informó la Conselleria de Sanitat valenciana.

El sistema Español de Farmacovigilancia, que depende del Ministerio de Sanidad, ha recibido 103 notificaciones por supuestas reacciones adversas a la vacuna desde que ésta se empezó a utilizar, a finales de 2007.

De estas, 35 se calificaron inicialmente como graves, lo cual incluye situaciones como diarrea, dolor, síncope o error en la vía de administración, según informó el Ministerio a través de un comunicado.

De las notificaciones recibidas que Sanidad destaca incluyen casos en los que luego se descarta la relación entre el fármaco y la dolencia del paciente cinco fueron relacionadas con convulsiones. De estos, los únicos que han requerido hospitalización han sido las dos jóvenes de Valencia.

El Ministerio de Sanidad quitó hierro al asunto y lanzó un mensaje de tranquilidad a la población garantizando que el resto de lotes de la vacuna que están en el mercado son seguros, como también hicieron las consejerías de Sanidad de Valencia y Catalunya. Fuentes de Sanidad aseguraron que el sistema de farmacovigilancia recibe miles de notificaciones cada año, que son sospechas.

A la espera de resultados

A la espera de que concluyan los análisis para determinar si la vacuna provocó las convulsiones y la pérdida de conciencia que obligaron a la hospitalización de las dos menores valencianas, el conseller de Sanidad anunció ayer que a principios de la semana que viene se volverá "tranquilamente" a vacunar.

Tras detectar los dos casos de supuestas reacciones adversas, Sanidad retiró el lote de la vacuna que había sido administrado a las menores. Por su parte, la Generalitat Valenciana paralizó las vacunaciones para retirar las dosis del lote afectado, que se encontraba en centros sanitarios y en farmacias.