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Villepin espera su sentencia el jueves

Reuters

El ex primer ministro francés Dominique de Villepin conocerá el jueves la sentencia en un juicio en el que ha sido acusado de planear el sabotaje de la campaña presidencial de su rival Nicolas Sarkozy en 2007.

El denominado "caso Clearstream" ha sacado a la luz uno de los escándalos políticos con más rencor que Francia ha visto en muchos años, dejando al descubierto una profunda enemistad entre ambos hombres, que formaron parte del mismo Ejecutivo cuando gobernaba Jacques Chirac.

Villepin, que se convirtió en primer ministro en 2005, está acusado de tratar de manipular una investigación por corrupción judicial para desacreditar al ambicioso Sarkozy cuando ambos aspiraban a suceder a Chirac en la presidencia.

Este ex diplomático aristócrata que saltó a la fama internacional en 2003 cuando denunció ante las Naciones Unidas la guerra liderada por Estados Unidos en Irak, ahora corre el riesgo de caer en desgracia, y podría ser condenado a una sentencia de prisión suspendida y 45.000 euros de multa si es declarado culpable.

Pero para Sarkozy, que finalmente llegó al Elíseo en 2007, también hay mucho en juego y un veredicto de "no culpable" para su rival podría ser un gran revés simbólico, en particular dadas las acusaciones de que su estatus como presidente es incompatible con su papel en el caso como querellante civil.

Sarzkozy creó una tormenta al inicio del juicio al calificar a los cinco acusados en el caso como "culpables" en una entrevista en televisión en horario de máxima audiencia, permitiendo a Villepin reivindicar que es víctima de la obsesivo sed de venganza del presidente.

Villepin niega haber cometido ninguna irregularidad y un veredicto de no culpable, que se produciría el día del cumpleaños de Sarkozy, no sólo será una dulce vindicación, sino que podría reanudar su carrera política y situarse como potencial rival a la presidencia.

ASUNTO CLEARSTREAM

Detrás de la batalla legal yace una retorcida intriga que podría convertirse en un 'thriller'.

El asunto emergió por primera vez en 2004, cuando un informante anónimo pasó a un juez instructor un CD ROM sobre ventas de armas realizadas con sobornos, supuestamente enumerando miles de cuentas secretas en una institución financiera con sede en Luxemburgo denominada Clearstream.

El documento contenía los nombres de decenas de destacadas figuras del mundo de la política y los negocios, entre ellos Sarkozy, que era designado como "Nagy" y "Bocsa", parte del nombre completo de su familia húngara.

Después se demostró que la lista fue parcialmente falsificada y comenzó una búsqueda para determinar quien fue responsable, implicando a Villepin, que había ordenado a un alto cargo de inteligencia una investigación separada sobre los nombres.

Los fiscales dicen que fue Villepin quien instigó al informante, luego identificado como Jean-Louis Gergorin, un ex ejecutivo aeroespacial EADS con vínculos con los servicios secretos, a pasar la lista confidencialmente al juez, aunque el primer ministro sabía que era falsa.

Gergorin, al que los magistrados instructores describieron como una persona con "una notoria obsesión con conspiraciones", creía que la lista, que le llegó a través de un antiguo asociado a EADS llamado Imad Lahoud, mostraba vínculos delictivos de amplio alcance en la élite empresarial.

Lahoud y él, que admitieron haber falsificado la lista por motivos que nunca han sido aclarados del todo, están también acusados y afrontan penas de prisión y multas de 45.000 euros si son condenados. Hay otros dos acusados: el periodista Denis Robert y el ex auditor de Clearstream Florian Bourges.

Sea cual sea el veredicto, todas las partes pueden apelar, aunque algunos expertos judiciales dudan de que los fiscales quieran continuar con el caso si los jueces fallan a favor de Villepin.

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