Este artículo se publicó hace 15 años.
Zapatero insta al PP a «aclararse» sobre financiación
Subraya que los presidentes autonómicos piden «más dinero» mientras que la dirección del PP lamenta que crezca el déficit
Gonzalo López Alba
Asegurados los apoyos necesarios para que el nuevo modelo de financiación autonómica prospere en el Consejo de Política Fiscal y en el Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno intentó ayer meter una cuña en el PP para ampliar el acuerdo.
Zapatero sacó a relucir la habitual disparidad de intereses entre el principal partido de la oposición y sus gobiernos autonómicos: "O están en la tesis de (Cristóbal) Montoro portavoz económico del partido, que dice que dar más dinero a las comunidades es más déficit; o en las del presidente de la Comunidad Valenciana, por ejemplo, que quiere más dinero". A partir de esta constatación, advirtió de que entre los conservadores existe "cierta confusión de ideas o una estrategia incoherente", por lo que "deben aclararse".
Aval de los barones del PSOE
Con el respaldo que supone el parecer favorable de todos los barones socialistas, llamó a "la reflexión" a "algunos presidentes" del PP para que se sumen "a un modelo razonable", en el que según dijoestán "reflejadas la inmensa mayoría de sus aspiraciones y postulados" .
El guante se lo lanzó singularmente al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, a quien recordó que esta comunidad obtiene "uno de los resultados más favorables", al incorporarse el criterio de la dispersión de la población y recibir una partida extra por bilingüismo.
Y a la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, le dijo que no busque "excusas" porque "no tiene razón" cuando desde su Gobierno se afirma que "se ha eliminado a 900.000 madrileños". Zapatero explicó que se ha tomado como base 2007 por ser "el año de la última liquidación, los últimos datos reales para hacer la simulación" y destacó que, por primera vez, el dato de población se actualizará anualmente.
El presidente, que hizo estas consideraciones durante una rueda de prensa con el primer ministro de Grecia, aprovechó también para ponerse a la cabeza de una ofensiva gubernamental de pedagogía sobre el modelo, en la que se quiere conjugar la defensa de sus bondades con el intento de evitar que resucite la catalanofobia.
"Un modelo integrador"
Así, destacó como "especialmente relevante" que "el modelo como tal no ha sido cuestionado" y que su resultado es "más integrador para el país", tanto en cohesión social como territorial.
En este marco global, resaltó como "especialmente importante" que "Catalunya se sienta cómoda", ya que "quien tiene una aportación tan alta no puede estar muy por debajo de la media como estaba". Asimismo recordó que no cabe hacer una comparación lineal entre lo que recibirá Catalunya y aquellas comunidades que no tienen un cuerpo policial propio ni competencias sobre prisiones o el transporte ferroviario de Cercanías que recibirá en 2011.
También explicó que, al incrementarse la corresponsabilidad fiscal, las comunidades que tengan mayor "dinamismo económico" verán incrementados sus recursos sin que se altere la aportación pactada con el Estado.
El presidente no ocultó que el acuerdo con ERC hace "probable" que, en adelante, "será más fácil" la vida parlamentaria del Gobierno, sometida a una continua zozobra desde el comienzo de la legislatura. No obstante, prefirió mantener cierta cautela y apuntó que es algo que "tendremos que ver con el tiempo".
Otra "senda" en el Congreso
De momento, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, confirmó que para su partido se abre "una senda muy distinta" en sus relaciones con el PSOE. Ello no fue óbice para que precisara que se mantendrán todas las "cautelas y precauciones". El tercer socio del tripartito catalán, ICV, adelantó en línea similar que "el sí al acuerdo de financiación no implica un sí a los Presupuestos del Estado".
Zapatero, a su vez, rechazó haber negociado con la financiación su propio salvavidas. "El único acuerdo de financiación para obtener una investidura que consta en los anales de nuestra democracia fue el que hizo Aznar en el (hotel) Majestic con Pujol en 1996", recordó. Y, con ironía, apostilló: "Es verdad que entonces se escribieron editoriales que decían que era un gran proceso de integración del centro derecha...".
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