Este artículo se publicó hace 15 años.
Zellweger busca marido desesperadamente en su última película
Renee Zellweger persigue a un hombre de negocios en bancarrota, un cruel coronel y un "asesor matrimonial en serie" trastornado en una conmovedora comedia vagamente basada en la infancia del actor de Hollywood George Hamilton en los años 50.
El personaje de Zellweger, Ann Devereaux, abandona a su marido cuando le encuentra en la cama con otra mujer y se lleva a sus dos hijos en un viaje a través de Estados Unidos para encontrar un sustituto apropiado.
Aunque la experiencia de Hamilton a los 15 años fuera el punto de inicio, gran parte de la historia de "My One and Only", en la que una madre exuberante pero trastornada compra un Cadillac y conduce de ciudad a ciudad, es ficción.
En un momento, Devereaux se acerca a un posible pretendiente en el bar de un hotel, pero éste resulta ser un policía de incógnito y ella es arrestada por insinuarse.
Preguntada por la experiencia que ella aportó al papel durante una conferencia de prensa en Berlín, donde "My One and Only" está en la sección principal del festival de cine, Zellweger bromeó:
"En términos de investigación para el papel de la señora Devereaux, ¿puedo simplemente decir 'sin comentarios?' ".
Dijo que protagonizar la película independiente que una experiencia tan buena como en cualquier otro escenario, y a juzgar por la buena acogida tras un pase de prensa en Berlín el jueves, "My One and Only" es una firme candidata a llevarse el premio a mejor película cuando el festival finalice el 14 de febrero.
LA AMÉRICA DE LOS 50
La película recrea la estética y el ambiente de los años 50 en Estados Unidos, con la Guerra Fría de trasfondo y un gran entusiasmo por los avances sociales como los primeros debates televisados.
Zellweger dijo que se benefició de la ambientación de la película hace 50 años.
"Fue divertido actuar en torno a las limitadas oportunidades que una mujer tenía en América en aquel tiempo", añadió.
"Fue divertido imaginar lo fácil que era romper moldes en aquel momento y no cumplir las expectativas de la sociedad, por decirlo de algún modo, ser traviesa. Era fácil ser traviesa en la América de los 50".
Gran parte del humor y la profundidad de la película proviene de la dinámica entre la madre y los dos hijos, Robbie (interpretado por Mark Rendall) y George (Logan Lerman).
George, un encantador joven, está dividido entre su madre y su esperpéntico padre, un líder de banda interpretado por Kevin Bacon.
El amanerado Robbie está obsesionado con convertirse en un actor, pero a pesar de conseguir papeles en las obras de teatro de todas las escuelas a las que va durante la odisea, nunca llega a interpretar porque su madre les obliga a mudarse constantemente.
A pesar de una serie aparentemente interminable de imprevistos, Devereaux se aferra a su punto de vista optimista de la vida, y aunque esté lejos del modelo de madre, muestra amor y lealtad a sus chicos que vienen de diferentes relaciones.
El director británico Richard Loncraine dijo que la película fue incluida en el catálogo de Berlín después de que terminase la fecha límite.
La película fue un proyecto minusvalorado durante diez años hasta que se rodó la película.
"Este era un de los grandes guiones de Hollywood sin rodar", dijo el director. "Todo el mundo quería leerlo, todo el mundo estaba fascinado pero nadie quería hacerlo. Era muy difícil conseguir el dinero. No hay violencia, ni tampoco sexo explícito".
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