Estos son todos los impuestos que pagas habitualmente

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Son numerosos los impuestos que pagamos a lo largo de nuestra vida y mientras algunos de ellos solo los abonamos de forma ocasional, otro están tan integrados en nuestro día a día que incluso podemos pasarlos por alto, a menos que su cuantía sea lo suficientemente elevada como para llamar nuestra atención.

Así que hoy te detallamos algunos de los tipos de impuestos que te afectan, para que puedas tener todo bajo control en relación a tus buenos hábitos de gestión y ahorro.

Tributos

Tributos
Fuente: Pixabay

Para poder entender los impuestos, es necesario mencionar los tributos. Los tributos son aquellos ingresos que obtienen las Administraciones Públicas a través de las cantidades económicas que, por ley, los ciudadanos pagamos. Estos tributos se dividen en tasas, contribuciones especiales e impuestos.

Abonamos las tasas a cambio de determinado servicio, como puede ser la tasa de recogida de basura o la tasa de saneamiento del agua, así como tasas administrativas por la expedición del Documento Nacional de Identidad, títulos u otros documentos, y el uso privado de un dominio público, como cuando se paga por la utilización de un espacio municipal para realizar determinada actividad. Por su parte, las contribuciones especiales se abonan cuando una actuación pública que se realiza para cubrir las necesidades de un colectivo, beneficia especialmente a algún o algunos individuos, al aumentar el valor de sus bienes. Esto sucede en ocasiones tales como cuando se asfalta una carretera y el propietario de un edificio adyacente ve incrementar su valor por este hecho. Por último, los impuestos recaen sobre los bienes y la riqueza, constituyendo los tributos más importantes, por lo que debemos tener muy claro qué tipos hay y en qué se diferencian.

Impuestos directos

impuestos
Fuente: Pixabay

Los impuestos pueden ser directos o indirectos. Los directos se denominan así porque se aplican de forma directa, teniendo en cuenta la capacidad económica del ciudadano contribuyente, es decir, su patrimonio y su renta. Estos impuestos son los que buscan la equidad y la redistribución de la riqueza, ya que se pretende conseguir que cada cual contribuya tributando de forma proporcionada a lo que posee.

El más emblemático de los impuestos directos que te afectan es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, siempre y cuando superes la cantidad económica mínima a partir de la cual estás obligado a hacer la declaración de la renta para, en su caso, abonarlo. Las empresas y los profesionales están obligados a realizar siempre la declaración, sean cuales sean sus ingresos.

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Otros impuestos directos que pueden afectarte son el Impuesto sobre la Renta de no Residentes, que han de pagar aquellas personas que no viven en España pero que han obtenido renta en el país, como los individuos que residen fuera y tienen aquí alquilados pisos y garajes; el Impuesto sobre el Patrimonio; y el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, que tiene en cuenta el momento en el que una persona recibe un bien ya sea porque lo hereda, ya sea porque se lo donan. Estos dos últimos impuestos son competencia de las Comunidades Autónomas, por lo que en cada una de ellas nos podremos encontrar con distintas particularidades.

Junto a ellos, existen unos impuestos directos, municipales o provinciales, que también habrás de tener en cuenta, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, conocido popularmente como «la contribución», que grava el valor catastral de ese tipo de bienes, y el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) o Impuesto de Circulación, al que es común referirse como «el rodaje». El IVTM lo deben pagar todos los titulares de un vehículo de tracción mecánica que pueda circular por la vía pública, aunque existen algunas exenciones de este impuesto en el caso de ambulancias, vehículos para personas de movilidad reducida, etc.

Impuestos indirectos

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Fuente: Pixabay

Los impuestos indirectos, al contrario que los directos, gravan el uso de los bienes y servicios en sí, sin tener en cuenta ni quién los adquiere ni la capacidad económica de quien los adquiere, así que los pagamos todos por igual.

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El impuesto indirecto, presente de forma constante en nuestro día a día, desde el momento en que compramos el pan hasta el instante en que reservamos un billete de autobús o vamos a la peluquería, es el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Todos los consumidores asumimos la carga de este impuesto, que puede ser de tipo superreducido al 4 %, de tipo reducido al 10 % y de tipo general al 21 %. El tipo superreducido recae sobre productos de alimentación de primera necesidad como el pan, la leche y los huevos, así como sobre los medicamentos. El tipo reducido al 10 % se aplica a los alimentos en general y las gafas y lentillas, al igual que al transporte de viajeros, hostelería y vivienda. El 21 % del tipo general se aplica al resto de productos y servicios. Además de ello, hay que tener en cuenta que algunos servicios como la asistencia sanitaria están exentos de IVA.

Por otro lado, en las Islas Canarias cuentan con un impuesto similar al IVA denominado Impuesto General Indirecto Canario (IGIC), mientras que en Ceuta y Melilla tienen el Impuesto sobre la Producción, los Servicios y las Importaciones en Ceura y Melilla (IPSI).

Otros de los impuestos indirectos que te pueden afectar son los Impuestos Especiales que recaen sobre alcohol y bebidas derivadas, el vino y las bebidas fermentadas, la cerveza el carbón, la electricidad, los hidrocarburos, el tabaco y la matriculación de bienes de transporte.

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Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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