Si estás pensando en vender tu casa, hay varios factores que debes tener en cuenta. Es necesario tomarlos en consideración a la hora de la venta, tanto aquellos que se refieren a ponerla en práctica como a la documentación y los impuestos necesarios para ello.
Para ayudarte en esta tesitura, te explicamos siete cosas que has de saber si vas a vender tú mismo tu casa sin agencia inmobiliaria.
Cómo vender tu casa sin agencia
Documentos de la propiedad
Para poder vender tu propiedad tienes que tener legalmente constituidos todos los documentos de la casa. Estos incluyen la nota simple del Registro de la Propiedad, que indica los datos de la finca, quiénes son los dueños del inmueble y si consta de hipotecas o alguna carga, y la Escritura de Propiedad.
La nota del Registro puedes solicitarla en las oficinas de cualquier Registro de la Propiedad, pero también puedes realizar este trámite online. Te la enviarán en un plazo de 24 horas. Por su parte, la Escritura de Propiedad es lo que acredita que la casa es tuya, ya sea que la hayas heredado y puesto a tu nombre o la hayas adquirido mediante una compraventa.
Certificado de Eficiencia Energética
Asimismo, deberás tramitar el Certificado de Eficiencia Energética del inmueble o, en caso contrario, no podrás venderlo. Es el mismo que se necesita para los alquileres, puesto que desde el año 2013 resulta imprescindible para poder efectuar cualquier tipo de transacción inmobiliaria. En él se ofrece la información energética de la vivienda. Tiene que ser elaborado por técnicos o empresas especializadas.
Después, se ha de notificar al organismo correspondiente de la comunidad autónoma, trámite del que suelen ocuparse los propios técnicos certificadores. Asegúrate de que se encargarán ellos, y recuerda que el notario te pedirá el certificado energético cuando vayas a vender la vivienda. El precio por el Certificado de Eficiencia Energética suele rondar entre 50€ y 250€.
Cédula de habitabilidad
También deberás tener una cédula de habitabilidad para vender la casa, documento en el que se certifica que cuenta con las características adecuadas para poder vivir en ella. Puede ser de primera ocupación, si se trata de viviendas a estrenar; de segunda ocupación, en caso de ser los siguientes que van a vivir en ella; o de primera ocupación de rehabilitación, cuando se produce tras la restauración en el inmueble. Con este documento es posible darse de alta sin problema en los servicios de suministro de agua, luz y gas.
Los requisitos para solicitar la cédula de habitabilidad son diferentes según las comunidades autónomas. En algunos casos, tendrás que contratar los servicios de un arquitecto o aparejador colegiado para que la emita, pero en otros ayuntamientos se sustituye este trámite por una declaración responsable. Deberás de informarte en el lugar donde vives, aunque en cualquier caso lo más recomendable es contar con el certificado profesional para evitar riesgos posteriores.
Además, para el supuesto de que la vivienda tenga más de 30 o 50 años, teniendo en cuenta la fecha de construcción del edificio, también necesitarás un Certificado de Inspección Técnica del Edificio. No obstante, tanto los años como la obligación o no de su expedición variará en función del municipio en que se encuentre.
Anuncios
Una vez tengas todo lo necesario para vender tu vivienda, al no contar con agente inmobiliario, deberás encargarte de anunciar que se vende y que la noticia llegue al máximo de compradores posibles. Lo más sencillo es subir la información a algunas de las plataformas inmobiliarias que hay en internet.
Para ello deberás acondicionar la casa, de manera que esté limpia y bonita, y tomar después fotografías para subir a los portales online que hayas elegido. También resulta recomendable que subas planos de la vivienda, para que los interesados puedan hacerse mejor una idea de su tamaño y distribución.
A la hora de decidir el precio de venta, infórmate de la situación del mercado, respecto al precio de las casas en tu localidad y con las características y años de la tuya. También puedes contratar los servicios de un tasador para ello.
Concertar visitas
Tras poner el anuncio, sé consciente de que vas a recibir muchos mensajes y llamadas a todas horas, y que será tú mismo el que deberás filtrar las ofertas que te interesen. Tendrás que organizarte y anotar en una agenda las citas para enseñar la casa Lo mejor es que siempre la muestres durante el día, con luz natural entrando por las ventanas, y mejor si el día es soleado. De esa forma, la vivienda ofrecerá una primera impresión positiva.
Contrato de arras
Si alguno de los compradores hace una oferta y te resulta interesante, puedes pedir una señal y firmar un contrato de arras o de reserva, en el que se recoge el compromiso de formalizar la compraventa en un plazo que suele establecerse en 90 días. Si todo va bien, firmaréis la escritura de compraventa ante notario, y se deberán pagar los impuestos correspondientes.
Impuestos al vender tu casa
Al vender la casa, tendrás 30 días hábiles para el pago de la plusvalía municipal, aunque este plazo puede variar de un ayuntamiento a otro. Como vendedor, también deberás pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), a menos que acuerdes con el vendedor que se haga cargo de él. Y por lo que respecta a la declaración de la renta, no olvides que tendrás que incluir la venta en el IRPF.
Con todos estos factores en cuenta, solo te queda ponerte manos a la obra para vender tu casa. Y si ves que te resulta todo demasiado complicado o te exige demasiado tiempo, no dudes en recurrir a una agencia inmobiliaria para ello.
