Tarjetas de débito y crédito: diferencias y ventajas de cada una

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Cuando se habla de tarjetas bancarias suele pasar que se haga indistintamente, sin diferenciar entre distintos productos. Sin embargo, no todas son iguales. Las tarjetas de débito y las tarjetas de de crédito constan de condiciones, contratos y fórmulas de uso más diferentes de lo que crees.

Para que no tengas dudas en sus conceptos y comprender para qué te conviene cada una de ellas, hoy te contamos las diferencias y ventajas de las tarjetas de débito y de crédito, fundamentales para la gestión de la economía familiar.

Qué son las tarjetas de débito

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Fuente: Pixabay/BNN_NEWS

Las tarjetas de débito son aquellas con las que puedes retirar dinero del cajero o hacer operaciones a través de internet con cargo a tu cuenta corriente o libreta de ahorros. Es decir, es el dinero que realmente tienes. El límite de esta tarjeta es el máximo del saldo del que dispongas en ese momento. Además, las operaciones y cargos en cuenta son instantáneos, en el mismo momento en que los realizas, por lo que es muy fácil de controlar y saber exactamente de qué dinero dispones.

Qué son las tarjetas de créditos

Las tarjetas de crédito son aquellas que emite el banco o una institución especializada a nombre de determinada persona, quien podrá usarla para comprar y efectuar pagos a crédito. En consecuencia, el dinero de esas tarjetas no es realmente tuyo, sino que se trata de préstamos que el banco o la entidad correspondiente te conceden.

De tal modo, además de la tarjeta de crédito que pone a tu disposición tu banco, otras tarjetas de hipermercados o cadenas de electrodomésticos que funcionan con financiación para tus compras también lo son. No pierdas nunca de vista que todo son créditos y préstamos al consumo, o puedes caer en un sobreendeudamiento a causa de ellas muy fácilmente.

Cuotas y comisiones

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Fuente: Pixabay/lcb

Además de la principal diferencia con respecto a quién pertenece en origen el dinero que obtienes con cada tarjeta, encontrarás otras muchas. Mientras que la tarjeta de débito no tiene coste alguno y el dinero se carga inmediatamente en cuenta, las tarjetas de crédito sí tienen una comisión anual, además de que se pagan cuotas a plazos o pueda optarse por abonar todo el dinero al mes siguiente. Esta cuota se te cargará en la cuenta corriente al final de cada mes, aunque también puedes decidir pagar mediante un porcentaje.

Las tarjetas de crédito también cobran intereses por su uso, a partir de cierta cantidad de tiempo o dinero y según el periodo de amortización establecido en la misma. Por otro lado, el máximo dinero disponible en esa tarjeta de crédito será la que el banco o la entidad financiera haya estipulado, en función de tus ingresos, tus ahorros y tu historial de crédito como cliente.

Cajeros automáticos

En los cajeros automáticos también hay ciertas diferencias entre las tarjetas de crédito y de débito. Con la tarjeta de débito no pagarás comisiones por quitar dinero de tu banco, pero ten en cuenta que, en la mayoría de los casos, al quitar efectivo con la tarjeta de crédito el banco te cobrará intereses, puesto que te está adelantando ese dinero.

Ten en cuenta que cuando quitas dinero con la tarjeta de crédito, esta cantidad se resta de tu límite de crédito y no de tu cuenta corriente o libreta de ahorro. De nuevo, recuerda que es dinero en préstamo.

Seguros

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Fuente: Pixabay

Así como no es habitual que las tarjetas de débito cuenten con seguros ante distintas eventualidades, sí lo es que las tarjetas de crédito lo incluyan. Suelen ser seguros gratuitos que ya van incluidos en ellas, teniendo en cuenta que pagarás una buena comisión al año por tenerla la mayoría de las veces.

No obstante, en la actualidad, cada vez más entidades ofrecen una tarjeta de crédito gratuita vinculada a tu cuenta siempre que cumplas los requisitos que hayan establecido para ello, como un gasto mínimo con ella a lo largo del año o un número de movimientos anuales con su uso.

Qué tipo de tarjeta es mejor

No existe una tarjeta mejor que otra. Todo depende de para qué vayas a utilizarla. La tarjeta de crédito te ayudará a vivir más tranquilo para poder cubrir imprevistos sin agobios, como pagar unas nueva gafas, ir al dentista o un arreglo del coche completamente inesperado. Pero la tarjeta de débito te permitirá un control exhaustivo de tu economía familiar y te facilitará ajustarte al presupuesto del que dispongas para no endeudarte sin ni siquiera darte cuenta.

Para sacar dinero de tu cuenta corriente resulta imprescindible la de débito, y es aconsejable contar con una de crédito para esos imprevistos que comentábamos. No obstante, no te dejes tentar por grandes cifras y acepta una con una cantidad límite de dinero que sepas que podrás devolver sin demasiados problemas para no caer en un sobreendeudamiento.



Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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