Este artículo se publicó hace 14 años.
Bruselas investigará las búsquedas de Google
La Comisión Europea estudiará si el buscador asfixia a sus competidores e impone exclusividad en su herramienta publicitaria
Ser el rey de las búsquedas en internet no es algo peligroso en sí mismo, pero aprovecharlo para ahogar a la competencia podría llevar a Google a enfrentarse a una penalización multimillonaria. La Comisión Europea abrió ayer una investigación formal para comprobar si la compañía impide acceder al mercado a sus rivales y webs especializadas. El equipo de Joaquín Almunia, comisario de Competencia, anunció ayer que las sospechas se dirigen tanto al sistema de búsquedas, el alma de la compañía, como a su bolsillo, es decir, a su plataforma de publicidad.
La Comisión se basa fundamentalmente en las quejas formales de tres empresas, entre ellas el portal francés Ejustice, el comparador de precios Ciao propiedad de Microsoft, y la web de búsqueda Foundem, que forma parte de un lobby en Bruselas también patrocinado por Microsoft. Estas empresas acusan a Google de priorizar en sus búsquedas sus propios servicios y aplicaciones y de modificar artificialmente el algoritmo en el que se basan sus resultados para apartarlas de los primeros puestos.
El buscador acusa a sus rivales de estar "molestos" con su éxito
Google tendrá que demostrar que no impide a otras plataformas publicitarias anunciarse en las mismas páginas en las que la compañía está presente a través de su servicio Adsense. Según Bruselas, sus contratos podrían incluir en la actualidad la "imposición de obligaciones exclusivas" con la compañía, una práctica que Google asegura haber abandonado hace dos años. Para el Ejecutivo comunitario existen además dudas sobre siGoogle permite la "portabilidad de campañas comerciales online a plataformas competidoras", o lo que es lo mismo, la reutilización de la experiencia del anunciante respecto a las palabras clave que más se buscan en Google. Por último, los expertos en Competencia investigarán si el servicio que la compañía utiliza para mostrar publicidad personalizada, Adwords, margina los anuncios encargados por sus rivales, a los que podría estar cobrando más por aparecer.
Al hacerse pública la amplitud de la investigación, un comunicado de Google reivindicó que sus anuncios "están siempre claramente marcados" y que la compañía siempre ha hecho "posible y fácil que los usuarios se lleven sus datos consigo cuando cambian de servicios". Pese a estar seguro de su inocencia, el buscador reconoció que "siempre es posible mejorar", por lo que trabajará "con la Comisión para responder a cualquier preocupación".
Google ve detrás de las quejas a su gran rival, Microsoft, a quien hace tan sólo unos meses ganó una batalla en el ámbito de la Competencia. En diciembre, la Comisión dio por cerrado un caso contra Microsoft por incluir por defecto en Windows, su sistema operativo, el navegador Internet Explorer. Google alegó entonces que la supremacía de Microsoft en el mercado de los ordenadores personales hacía imposible que su navegador, Chrome, compitiera en igualdad de condiciones con Explorer. Bruselas optó entonces por obligar a Windows a mostrar una pantalla con una colección de navegadores para que el usuario escogiese.
El proceso durará meses y podría costarle hasta el 10% de sus ingresos
"Hacemos Google para los usuarios, no para las páginas web, y si a estas les gusta o no el lugar en el que aparecen es algo irrelevante", aseguraron fuentes la compañía, sugiriendo que las denuncias de sus rivales parten de un "malestar" con el "éxito" de su negocio, que genera unos ingresos de 17.300 millones de euros de los cuales el 97% proviene de la publicidad. Sin embargo, Google se enfrenta a un caso similar ante la Justicia de EEUU, que analiza si discrimina a Foundem. El modelo de esta empresa, que ofrece resultados sobre vuelos, propiedades o empleos se basa en comparaciones entre productos similares anunciados en internet, en vez de ofrecer una relación de webs donde encontrar cada uno de ellos.
La empresa denuncia que Google esconde a propósito estas búsquedas para proteger sus propios intereses comerciales. Además, Foundem y el resto de compañías acusan a Google de dar prioridad ilegalmente a sus propios servicios de imágenes o mapas. Fuentes de la compañía consultadas por este periódico defendieron esa priorización, asegurando que no hay nada ilegal en ello. "Si alguien está interesado en las pirámides de Egipto o una dirección concreta, es lógico que se ofrezca en primer lugar una foto o un mapa, y no un enlace", razonan.
En una comparecencia ayer ante el Parlamento Europeo, Almunia se refirió al caso advirtiendo de que por el momento la Comisión investiga, pero no condena. "Quiero dejar muy claro que esto no significa que definitivamente haya un problema", recalcó, agradeciendo a Google la "estrecha cooperación" en los últimos meses. Almunia reveló que la compañía ha aportado "mucha información", que sin embargo no ha conseguido convencer al Ejecutivo comunitario. En los próximos meses, Bruselas decidirá si abre un caso por violación de la legislación comunitaria, que contempla la posibilidad de penalizar a una compañía declarada culpable con una multa de hasta el 10% de sus ingresos.
La Comisión, a la que habitualmente no le tiembla el pulso, velará para que "se preserve en el futuro la competencia estricta entre todos los actores [del mercado], incluyendo los más pequeños e innovadores", a quienes Google podría estar dañando por abusar de su éxito para perjudicar a sus competidores.
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