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Éxito de una vacuna anti-VIH en monos

Un equipo de investigadores logra mantener a los macacos libres del virus mediante una inmunización preventiva

ANTONIO GONZÁLEZ

Tras el pesimismo que se adueñó de la comunidad científica hace casi dos años, cuando el laboratorio Merck abandonó el ensayo más prometedor de una vacuna terapéutica contra el sida en seres humanos, los partidarios de la inmunización contra el VIH vuelven a tener motivos para la esperanza. Un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de Pennsylvania y el hospital Estatal Infantil de Columbus, en EEUU, han logrado desarrollar una vacuna preventiva, basada en la terapia génica, que proporciona a los monos rhesus 'protección completa' frente al virus de la inmunodeficiencia simia (SIV), la versión del VIH que afecta a estos primates.

Según detallan en un artículo que publica hoy la revista Nature Medicine, los científicos han conseguido conferir a la mayoría de los monos protección total frente al SIV mediante la transferencia de un gen que codifica anticuerpos efectivos contra el virus. En este caso se trata de una vacuna experimental de tipo preventivo que se ha aplicado a los animales antes de infectarlos con una variante concreta del VIH simio, consiguiendo que tras un año y medio el virus siga siendo indetectable. Este trabajo se suma a otro similar publicado el pasado mes de noviembre, en el que otro grupo de investigadores dio a conocer otra vacuna, en ese caso basada en las células T del sistema inmune, que reducía la carga viral en macacos infectados hasta el punto de permitirles permanecer sin tratamiento durante más de 500 días.

En este caso, tal como explica a Público la investigadora española Eloísa Yuste, que colaboró en el estudio cuando estaba en la Facultad de Medicina de Harvard (EEUU) y actualmente desarrolla su labor en el hospital Clínic de Barcelona, se ha podido confirmar la validez de una nueva estrategia de inmunización frente al VIH. 'En lugar de transferir el gen que expresa una proteína del virus frente a la que el organismo tiene que generar una respuesta inmune, el gen que se inocula expresa directamente el anticuerpo adecuado; es decir, ya no le pedimos al organismo que exprese el anticuerpo frente a la proteína del virus, sino que se lo damos hecho', señala Yuste.

A la hora de realizar el ensayo, los científicos inmunizaron a nueve monos rhesus utilizando como vector para introducir el gen un adenovirus, y un mes después les inocularon el virus del SIV. Posteriormente, infectaron a otros seis monos que no habían recibido la vacuna. Cuatro de estos tuvieron que ser sacrificados por las complicaciones de la infección poco más de un año después, mientras que al año y medio seis de los nueve vacunados permanecían por completo libres de la infección.

Aunque Yuste cree que esta estrategia se podría aplicar en su día en humanos, es un paso aún lejano: 'Al tratarse de animales, hemos utilizado un anticuerpo que sabemos que funciona frente a la variante concreta del virus con el que íbamos a infectarlos después; en humanos no sabemos con qué variante del virus nos vamos a enfrentar, y habría que neutralizar un amplio grupo de variantes del VIH'.

Comenzar de nuevo
Tras el fracaso hace dos años de la principal candidata a vacuna contra el VIH, la comunidad científica se vio obligada a replantearse el sentido de las investigaciones en este terreno. El principal cambio fue el abandono de los grandes ensayos con pacientes para centrarse de nuevo en la investigación básica, con el fin de contar con más datos antes de experimentar con humanos.

Un paso importante
Estudios como el que publica hoy la revista ‘Nature Medicine’ suponen un importante paso adelante hacia la vacuna del VIH. Sin embargo, aún quedan muchos obstáculos que superar para poder aplicar estos descubrimientos en seres humanos, como la ausencia de conocimientos sobre anticuerpos capaces de neutralizar un amplio rango de tipos de virus del sida, según indica Eloísa Yuste, que desarrolla una línea de investigación en este campo en el hospital Clínic de Barcelona.

Inviable en humanos
La inoculación del VIH en seres humanos que sería necesaria para probar en un ensayo clínico la eficacia de una vacuna preventiva contra la infección por el virus del sida es hoy por hoy inviable.

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