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Milán corta el tráfico para frenar la polución

El Ayuntamiento de Madrid rechaza medidas similares

DANIEL DEL PINO

Frente a la desidia de ciudades como Madrid, que se expone a multas de la UE por violar las leyes de calidad del aire, el Ayuntamiento de Milán vetó ayer durante diez horas el tráfico de vehículos por segunda vez en lo que va de año. Algunos puntos de la ciudad han superado durante 12 días consecutivos el límite de 50 microgramos de partículas contaminantes por metro cúbico en el aire que establecen las normas regionales.

La medida no es ni mucho menos simbólica, sino que forma parte de una ordenanza impulsada a principios de este año por la exalcaldesa Letizia Moratti como complemento al Europass, la tasa que desde 2008 tienen que pagar los conductores de los vehículos más nocivos por acceder al centro.

Ni Moratti ni su partido, el Pueblo de la Libertad, del primer ministro, Silvio Berlusconi, son los más ambientalistas del panorama político italiano, pero lejos de utilizar excusas como 'el paro asfixia más', pronunciada en febrero por la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, han tratado de atajar el problema de la polución por todos los medios por miedo a una multa de la UE.

De hecho, el corte al tráfico comenzó a aplicarse el jueves de manera parcial a los vehículos más contaminantes, y la normativa establece que la circulación no puede restablecerse hasta que la Agencia Regional por el Medioambiente no detecte una disminución hasta los niveles considerados normales durante tres días seguidos. El viernes, gracias al viento, la atmósfera milanesa se fue limpiando y se espera que esta mañana los coches puedan circular de nuevo.

Madrid se expone a multas de la UE por violar las leyes de calidad del aire

El parón de ayer no afectó a los autobuses, los servicios de emergencia o las personas discapacitadas, aunque la Policía llevó a cabo controles en 70 puntos de la ciudad para localizar los potenciales casos de 'falsos discapacitados'. La jornada transcurrió sin problemas y los milaneses aprovecharon el día soleado, aunque frío, para pasear por el centro a pie o en bicicleta, participar en las numerosas actividades promovidas por el Ayuntamiento y visitar los museos, que ayer decidieron no cobrar la entrada.

El pasado mes de junio cambió la corporación, que pasó por primera vez en 18 años a la izquierda. El nuevo alcalde, Giuliano Pisapia, quiere endurecer el Europass, ya que, en lugar de provocar una disminución del tráfico por el centro de la ciudad, lo que hizo fue incentivar que los milaneses cambiaran de coche para librarse de pagar la tasa. Asimismo, el equipo de movilidad estudia nuevas fórmulas para el transporte público y el martes habrá una reunión con todos los alcaldes de la periferia para convencerlos de que, al menos una vez al mes, celebren un domingo sin coches.

Un estudio del Buró Europeo de Medio Ambiente publicado a principios de septiembre colocaba a Milán como la segunda ciudad más contaminada de la UE, por detrás de Roma. Madrid, en esa clasificación, estaba situada en el quinto puesto.

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