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La NASA presenta a sus nuevos taxistas espaciales

Congresistas de Florida, Texas y Alabama se oponen al plan de acabar con la exploración tripulada

A. LAFUENTE / N. DOMÍNGUEZ

Un día después de desechar sus propios vehículos espaciales, la NASA presentó ayer a los siete empresarios a los que pagará para crear una nueva generación de taxis espaciales de desarrollo privado. 'Estas son las caras de la nueva vanguardia espacial', exclamó ayer Charles Bolden, administrador de la NASA, para presentar a los nuevos contratistas durante un encuentro con periodistas en Washington.

El grupo incluye a compañías veteranas como Boeing o Sierra Nevada. También pioneros como SpaceX o Blue Origin, fundadas por Elon Musk y Jeff Bezos, creadores de la web de pagos Paypal y el mercado virtual Amazon.com, respectivamente.

Estas y otras compañías privadas de viajes al espacio serán las encargadas de desarrollar los nuevos cohetes, cápsulas y el resto de ingenios que llevarán astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS) en unos años, tal vez en 2016, según adelantó Bolden. Hasta entonces, la NASA utilizará primero los shuttle, que se jubilan a finales de año. Después comprará asientos en naves Soyuz rusas, según confirmó ayer Bolden.

El jefe de la agencia también se refirió a la cancelación del programa Constellation, que acabará con tres proyectos de vehículos propios con los que se esperaba alcanzar la Luna en 2020. 'Es como una muerte en la familia', dijo, y señaló que ahora habrá que dar a las personas involucradas en el proyecto 'tiempo para guardar luto y recuperarse'. Intentó tranquilizar los ánimos señalando que, aunque aún no hay números concretos, la NASA espera acabar la retirada de los shuttle y el Constellation con una 'ganancia neta de puestos de trabajo'.

Esta 'nueva era de la NASA', como la llama Bolden, ha encontrado una fuerte oposición en los senadores de Florida, Texas y Alabama, estados donde los nuevos planes amenazan con destruir miles de puestos de trabajo. Ya han anunciado una dura batalla en Washington en favor de Constellation cuando se comiencen a debatir los presupuestos.

La cancelación del programa lunar 'hace peligrar el liderazgo de EEUU en el espacio frente a China y Rusia', destacó Bill Nelson, senador demócrata por Florida y ex astronauta. Puso en duda que con la cancelación se pueda recolocar a los que ya habían perdido su empleo en el programa de los shuttle.

'La propuesta de Obama encamina el futuro de los vuelos espaciales tripulados a la vía muerta', lamentó el senador republicano por Alabama Richard Shelby, que agregó que el Congreso 'no puede permanecer impasible ante el temerario abandono de firmes principios, de un demostrado historial y de un camino consistente hacia el éxito'.

Las dos grandes ganadoras presentadas ayer son Boeing y Sierra Nevada, con las que la NASA ha firmado dos contratos, de 18 y 20 millones de dólares, respectivamente, para construir vehículos con capacidad para siete personas. El resto de beneficiarios son Blue Origin, que está fabricando un módulo que despega y aterriza en vertical, Paragon Space Development y United Launch Alliance, que recibirán un total de 12 millones de la NASA a cambio de desarrollar otros sistemas necesarios para llevar personas al espacio.

Las empresas desembolsarán cantidades mucho mayores para crear los nuevos vehículos, que seguramente amortizarán vendiendo asientos a los turistas espaciales.

Los senadores críticos también rechazaron que la NASA delegue sus viajes en empresas privadas, a las que Shelby tachó de 'aficionados a los cohetes'. Paradójicamente, el senador republicano defiende el carácter público de la carrera espacial, pero también es conocido por oponerse a la reforma sanitaria de Obama debido a que incluye una 'opción pública' para la cobertura médica de los ciudadanos.

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