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Los neandertales llegaron a Siberia

Secuencias genéticas amplían el ‘reino’ de estos homínidos

DANIEL MEDIAVILLA

Las primeras huellas de su presencia en Europa se remontan a hace más de 300.000 años; las últimas son de hace menos de 30.000. Eran inteligentes, enterraban ceremoniosamente a sus muertos y no resulta fácil comprender por qué una especie tan desarrollada se extinguió –desaparecieron poco después de la llegada de los humanos modernos–.

En los últimos años, la posibilidad de analizar el ADN de los neandertales ha proporcionado a los paleoantropólogos una herramienta clave para resolver algunas de las incógnitas que aún existen sobre el destino de la especie.El estudio del material genético ha permitido ahora averiguar que los neandertales ocuparon un espacio mucho más amplio de lo que se pensaba. Los restos hallados en el yacimiento de Teshik Tash (Uzbekistán) marcaban hasta el momento el límite oriental de la presencia de esta especie. Sin embargo, un nuevo trabajo del grupo de Svante Pääbo , el investigador que pretende reconstruir el genoma completo del Homo neanderthalensis, aleja 2.000 kilómetros hacia el este los límites del mundo Neandertal, hasta el yacimiento kazajo de Okladnikov.


En esta región del sur de Siberia, en el macizo de Altai, se encontraron hace tiempo restos humanos asociados a la tecnología musteriense. Esta forma de hacer útiles de piedra se suele atribuir a los neandertales en Europa, pero también pudo ser empleada por humanos modernos en Oriente Próximo y en el norte de África. De ahí que no fuese sencillo determinar con seguridad a qué tipo de homínido pertenecían los fósiles hallados.


Para despejar las dudas, según explican en un artículo que adelanta hoy Nature on-line, Pääbo y su equipo analizaron el ADN mitocondrial –las mitocondrias son unos orgánulos celulares con genoma propio– de los restos humanos siberianos. Así determinaron que la variación genética de esos fósiles coincidía con la encontrada en neandertales europeos.

El siguiente paso será realizar nuevos análisis genéticos para reconstruir los caminos que siguieron los neandertales en su colonización de Asia. De momento, explican los autores, el hecho de que no haya una divergencia profunda entre el ADN de los especímenes asiáticos y los europeos indica que no vivieron separados durante mucho tiempo. Esto apoya además la idea de que la llegada a la región caucásica es relativamente reciente. Se ha sugerido que la colonización de las llanuras rusas no se produjo hasta hace 125.000 años, cuando tuvo lugar un periodo excepcionalmente cálido que redujo el tamaño del mar Caspio y facilitó la expansión neandertal hacia oriente. Nuevos trabajos determinarán hasta dónde llegaron.

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