Este artículo se publicó hace 16 años.
Pseudociencia en la Semana de la Ciencia
Algunas actividades programadas en Madrid se refieren a terapias de dudoso rigor científico
¿Está demostrado científicamente que la homeopatía funciona? ¿El VIH no causa el sida? ¿Las vacunas son un invento de la industria farmacéutica? La respuesta de la comunidad científica a estas preguntas es clara: no. Sin embargo, los organizadores de la VIII Semana de la Ciencia de Madrid, que comienza hoy, han aceptado conferencias de algunos defensores de estas perlas.
El agua no tiene memoria; por eso, un preparado homeopático, en el que apenas hay trazas de la sustancia activa, no puede tener valor terapéutico. Los científicos ya no prestan casi atención a la homeopatía, porque asumen que es una técnica más cercana a la magia que al empirismo. La Semana de la Ciencia de Madrid, sin embargo, sigue incluyendo entre sus actividades un curso financiado y organizado por un laboratorio homeopático. Bajo el título Curso de iniciación: pediatría para padres, la firma Dhu ofrece un taller el próximo día 22 en el que las "nuevas medidas terapéuticas" permitirán hacer proselitismo de un tratamiento que, según las investigaciones, no funciona.
Los responsables del curso aseguran, sin embargo, que la homeopatía es una terapia muy válida en la pediatría. Lo explica Nines Alonso, médico del Hospital NISA Pardo de Aravaca, que es responsable de la actividad: "Funciona muy bien. No es una alternativa, sino un complemento. Es cierto que, en el mundo occidental, la medicina convencional manda, pero no en todas partes es así".
La asociación ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico lleva ya varias temporadas denunciando la presencia de este tipo de tratamientos en la Semana de la Ciencia. En una carta enviada con motivo de esta edición, firmada por José Antonio Herranz, la asociación es clara: "Comprueben la web del patrocinador. Si de verdad defienden la ciencia, lo que verán allí les causará repugnancia."
La web de Dhu lo confirma. El laboratorio compara la homeopatía con otras terapias de nula evidencia como la ayurveda, los chakras y la grafoterapia.
"La Semana de la Ciencia lleva cuatro años haciendo lo mismo", explica el director ejecutivo de ARP-SAPC, Javier Armentia. "Y nosotros llevamos los mismos años protestando firmemente". ¿Significa eso que la homeopatía no puede entrar en este tipo de ciclos? "Podría, pero como denuncia", confirma Armentia. "Es una práctica mágica que se vende como medicina".
"La Semana tiene actividades en las que van a participar cerca de 200.000 personas", explica, por su parte, la directora general de Universidades e Investigación de la Comunidad de Madrid, Clara Núñez. "Es lógico que alguien pueda encontrarse con opiniones con las que no está de acuerdo, como en muchas otras facetas de la vida. En cualquier caso, no me consta que haya habido reclamaciones", señala.
Respecto al curso, la defensa por parte de sus responsables es clara: "El mismo laboratorio reconoce que sus productos no pretenden suplantar nada, sino que son un complemento. Además, el curso tampoco va a incidir especialmente en la homeopatía. Dhu simplemente nos ha ayudado a financiarlo", explica Alonso.
Sin embargo, la homeopatía no se queda sola en la parte más irracional de esta Semana de la Ciencia. La Universidad Pontificia de Comillas ha organizado un ciclo de conferencias sobre Discrepancia científica en los avances de salud. Los temas a tratar son el cáncer y la vacunación, y una de estas jornadas está patrocinada por la Liga por la Libertad de Vacunación, que defiende que no se vacune a los niños.
Curiosamente, la jornada que patrocina esta liga no es la de las vacunas, sino la del cáncer. "Es una tomadura de pelo. Estamos abriendo la posibilidad de debatir ideas que se han demostrado falsas hace mucho tiempo", se queja Armentia.
"Simplemente queremos ofrecer enfoques distintos", se defiende José Manuel Morillo, moderador del debate sobre Formas alternativas de abordar el cáncer. "La ciencia es una campo abierto. No es un dogma, no es una religión. En la ciencia todo se discute", sostiene.
"Todos estos asuntos", contrapone Armentia, "están enlazados con la mal llamada medicina alternativa. Por ejemplo, se emparentan con gente que niega el virus del sida". Morillo es, de hecho, una de esas personas: "Es verdad que tengo muchas dudas sobre el VIH, pero prefiero no hablar mucho porque no he podido demostrarlas", asegura.
Frente a las críticas, la directora general se defiende: "Hacemos controles y evaluamos los proyectos que nos llegan, pero no somos inhibidores. Hacemos evaluaciones para garantizar la fiabilidad de las ofertas, pero asumimos que el usuario tiene que disponer de información y decidir por sí mismo. En ciencia, hoy se tiene una tesis que a lo mejor se cambia el día de mañana".
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