Este artículo se publicó hace 13 años.
El volcán despierta en El Hierro
Aparecen junto a la isla numerosos fragmentos de lava humeante flotando en el mar. Se trata de las primeras evidencias tangibles de erupción volcánica desde que comenzó el fenómeno. El cráter está a menos de
Después de tres meses de movimientos sísmicos y varias semanas de inquietudes ante la posibilidad de una erupción, el volcán que se venía anunciando junto a la isla de El Hierro decidió ayer manifestarse claramente de una vez por todas y saludar a los numerosos científicos desplazados a la zona con las primeras muestras de magma. Y es que el proceso eruptivo en la isla más joven del archipiélago canario ha dado un considerable salto. Por primera vez, pasado el mediodía, hora canaria, los investigadores avistaron desde el aire pruebas tangibles e indiscutibles de la emisión de lava bajo las aguas del mar de Las Calmas. El 1803-02 (nombre científico que corresponde con la región 18, España; el 03 a la subregión, Canarias; y el 02 al número del volcán) ha despertado. "Ya no hay duda", sentenció el presidente del Cabildo de la isla, Alpidio Armas, "hay un volcán ahí abajo". "No hace falta hacer más pruebas ni más especulaciones de si son sólo gases o ha salido también lava", remató.
A primera hora de la tarde, ya se podían observar sin problemas las negras piedras incandescentes que flotaban sobre el mar. Estos piroclastos, visibles desde los miradores cercanos a la localidad de La Restinga evacuada por el riesgo de explosiones y emanaciones tóxicas, emergieron junto a la mancha volcánica aparecida el miércoles. Las autoridades científicas lo certificaban oficialmente mediante un comunicado: el equipo de investigadores del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) descubrieron, mientras sobrevolaban en helicóptero la mancha, "numerosos fragmentos de lava humeante en suspensión" en un perímetro de cien metros ubicado a unos 2,4 kilómetros al sur de la punta de La Restinga. La coloración de la mancha, que pasó de un verde turquesa a una tonalidad mucho más oscura y turbulenta evidenciaba, según los investigadores, que la erupción se producía a menos de 150 metros de profundidad.
La erupción está a unos 2,4 kilómetros al sur de la punta de La Restinga
Al estar tan cerca de la superficie, crecen las probabilidades de que se produzcan fenómenos explosivos, admitió el director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Juan Santana, quien insistió en que esto no comporta riesgo para la población, ya evacuada. "El edificio volcánico va aumentando y la erupción se va acercando a aguas más someras", reconoció Santana.
El portavoz del comité científico, Ramón Ortiz, explicó que se ha iniciado una nueva fase en este proceso eruptivo que ya dura cinco días, desde que el lunes comenzaran los tremores sísmicos. "El lunes comenzó la erupción. En un primer momento, veíamos sólo la mancha, porque los gases estaban disueltos sobre el magma, que estaba a suficiente profundidad como para que sólo pudiéramos ver sus manifestaciones en la superficie: o sea, la mancha". Según el investigador del CSIC, desde el lunes los materiales magmáticos se han ido apilando, formando un nuevo edificio volcánico que ahora arroja lava desde una boca no muy grande. "El tamaño de la boca eruptiva no debe medir más de un metro, por eso será complicado encontrar el lugar exacto desde el que está saliendo el magma", aseguró.
Una vez que está en marcha esta nueva etapa, ya es más fácil intuir cual será su evolución, según explicó el vulcanólogo, ya que, de continuar emitiendo magma, el edificio volcánico será cada vez más grande y esto lo irá acercando a la superficie. Ortiz explicó que "cuando la boca eruptiva esté a menos de cien metros de la superficie, se comenzarán a observar unas bonitas columnas de vapor blanco de varios cientos de metros de altura". El paso siguiente se producirá cuando el magma esté a entre 50 y 20 metros de la superficie, casi en "cota cero". De llegar a este punto, "se producirán varias explosiones en forma de cola de gallo y, al mismo tiempo, veremos como fragmentos de piedras son expulsados varios cientos de metros por el aire", relató el experto. Y una vez que el volcán asome a la superficie, la erupción será menos explosiva, ya que no tendrá interacción con el agua del mar.
El color turbulento de la nueva mancha indica que surge a poca profundidad
El profesor del CSIC destacó que este volcán no tiene por qué completar todo el proceso. "He estado en cuatro erupciones de este tipo y sólo dos generaron un volcán sobre las aguas marinas", explicó. Ortiz hizo hincapié en que "no podemos afirmar que no se vayan a producir más erupciones, pueden ser en tierra o en el mar, por eso debemos estar muy atentos a la deformación de la isla". Si la deformación baja, significará que el magma está saliendo con normalidad por esta boca, pero, si la deformación crece, querrá decir que el magma puede estar buscando otros caminos para salir. "Por ahora, la deformación sigue igual que ayer", confirmó.
A pesar de todo, la principal preocupación de los herreños durante estos días son los terre-motos. El peligro de que se produzcan más seísmos en la isla ha obligado a los técnicos a mantener cerrado el túnel de Los Roquillos, principal vía de comunicación entre los dos mayores municipios de la isla: Valverde y Frontera. En este sentido, el investigador dejó la puerta abierta a más actividad sísmica: "No podemos descartar que en las próximas horas se produzcan terremotos importantes, pero cada día que pasa es menos probable".
Nivel 1 de alerta
Se verán unas "bonitas columnas de vapor blanco", según un científico
Guiado por los científicos, el comité de emergencias del Gobierno de Canarias (Pevolca) decidió elevar el estado de emergencia a nivel 1, el más grave hasta ahora, manteniendo la alerta roja para La Restinga. Este nuevo nivel de emergencia no supone nuevas evacuaciones que se sumen a las ya ordenadas el martes, aunquese decidió ampliar unos dos kilómetros la zona vetada al acceso. Sin embargo, el Pevolca tuvo que atajar la marea de rumores que por la tarde comenzaron a circular por la isla cuando insistió en que la actual situación no implica mayor riesgo puesto que ya se tomaron, "en su momento", las medidas preventivas adecuadas. Además, las autoridades prohibieron también el tráfico aéreo y marítimo en la zona, ya que las emanaciones de gases tóxicos pueden ser peligrosos para las tripulaciones.
En este sentido, los investigadores que se encontraban a bordo del Profesor Ignacio Lozano tuvieron que abandonar sus trabajos mientras tomaban las primeras muestras de los materiales y los gases que forman la mancha volcánica. Alrededor de la 13.00 horas, recibieron una llamada de alerta para que dejaran esa labor y volvieran a puerto, ya que los piroclastos podían estar anunciando una erupción mayor.
El barco regresó, pero lo hizo circunnavegando la isla para evitar encontrarse con las emanaciones, tan ácidas que pueden ser incluso dañinas para el casco de las embarcaciones. De hecho, el propio buque del Instituto Canario de Ciencias Marinas (ICCM) atestiguó con sus mediciones que la acidez de las aguas invadidas por la mancha volcánica tiene un PH de 6, un valor muy ácido para aguas marinas, otro indicador de que la erupción estaba en marcha.
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