Este artículo se publicó hace 14 años.
Berlusconi restaura el pene y las manos de Marte y Venus
La estatua restaurada sin tener en cuenta las leyes que las protegen data del siglo II
El Primer Ministro de la República italiana, Silvio Berlusconi, es de nuevo noticia. A Il Cavaliere se le ocurrió preguntarle un día a su arquitecto: "¿Por qué las esculturas en China parecen todas nuevas y a las nuestras les faltan brazos y cabezas?" Esta duda fue la razón por la que tomó la decisión que tomó: restaurar la estatua de Venus y Marte descubierta en Ostia, -en los aledaños de la ciudad de Roma-, en el siglo II. Una decisión que ha sorprendido tanto a los italianos como a los amantes del arte. Y más que sorprenderles, les ha ofendido.
Berlusconi ha decidido recolocar el pene que le faltaba al dios de la guerra y las manos a la diosa del amor. Estas estatuas de mármol blanco, con más de dos metros de alto, ya fueron objeto de polémica cuando se sacaron del prestigioso museo romano para decorar el patio del Palazzo Chigi, la residencia oficial de Berlusconi.
Este traslado de principios de año indignó especialmente por tratarse de un desplazamiento inusual, sobre todo si se tiene en cuenta que Italia se caracteriza por ser uno de los países que más defiende y protege su patrimonio histórico arqueológico, con importantes leyes modelo para el resto de países -que esta vez no se han respetado-, y con prestigiosos restauradores.
La restauración -que ha costado 70.000 euros- ha llegado justo tras el derrumbe de una de los monumentos turísticos más relevantes de la república italiana, la Casa de los Galadiadores -en Pompeya- y en una época de recortes de casi el 50% de los fondos del ministerio de Cultura para el 2011.
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