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Todos los caminos llevan a Ginsberg

Rob Epstein y Jeffrey Friedman presentan 'Howl', un filme sobre el poeta fundador de la Generación Beat

ALBERTO MORENO

Rob Epstein saltó a la fama de manera indirecta en 2008 cuando su oscarizado documental The Times of Harvey Milk (1984) fue actualizado gracias a la reversión dramatizada por Sean Penn. Cinco años más tarde, Common Threads, estudio canónico sobre el SIDA rodado ya al lado de su inseparable Jeffrey Friedman, se hizo con una nueva estatuilla. Ambos realizadores compiten en la Berlinale con Howl, su primera ficción tras más de 20 años como documentalistas. Su protagonista: Allen Ginsberg (1926-1997), poeta gay declarado que en los años sesenta tendió un puente intelectual entre beatniks y hippies. 'La razón del cambio de género es que no se conservaban fotos ni filmaciones del autor', explica Epstein. Algo había que hacer, así que contrataron a James Franco para interpretar a Ginsberg.

Es cierto que abordar un biopic les hizo no alejarse de lo que saben hacer bien, pero se hace obligatorio bordear la simplista etiqueta del falso documental. ¿Las razones? Cuatro estilos narrativos diferentes para definir al poeta (blanco y negro para Franco recitando el poema Howl); a su obra (líricas animaciones emparentadas con Vals con Bashir para representar otras obras de su cosecha); al hombre (entrevista ficticia construida a partir de recortes de prensa al Ginsberg joven para explicar parte de su biografía); y al proceso que juzgó en 1957 la supuesta inmoralidad de su literatura.

'Tampoco había imágenes del juicio', cuenta Epstein, 'pero, cuando descubrimos la transcripción, acordamos que sería apasionante recrearla'. 'Ambos leímos Howl en la universidad y fuimos conscientes del proceso judicial que le supuso, pero no fue hasta abordar el proyecto que reparamos en la magnitud de lo que allí se debatió', completa Friedman.

'Cuando descubrimos la transcripción, acordamos que sería apasionante recrearla'

Por encima de toda la riqueza complementaria aportada por el juego de texturas 'conjugadas orgánicamente en la sala de montaje', según Friedman, destacan precisamente las escenas que tienen lugar en la corte, en las que el abogado Jon Hamm y el fiscal David Strathairn hacen desfilar por el estrado a toda una galería de profesores y supuestos eruditos opinadores (Mary-Louise Parker, Jeff Daniels y Treat Williams).

Temas presentes en Howl como 'la soledad, la homosexualidad y la represión sexual son incuestionables, pero el poema habla también de la deshumanización, del consumismo, de la militarización y de la guerra de culturas que aún continúa en nuestro país, EEUU', explica Rob Epstein.

Es por esa universalidad que los beatniks no pasan de moda, y si no que se lo digan a los herederos de Jack Keroauc, cuya obra En el camino (editada en España por Anagrama) es uno de los cien libros más importantes de todos los tiempos, según la revista Times. El nombre de James Franco circula en Berlín como posible Oso de Plata.

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