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Cine de vanguardia desde la periferia

Una antigua cárcel de A Coruña acoge la (S8) Mostra de Cine Periférico

SARA BRITO

Haciéndose a un lado del ruido del centro, uno puede girar la mirada a la periferia y encontrarse que allí la vida no para de crecer. El cine tampoco. A las afueras de las películas más convencionales, de la industria, de los formatos en uso y de la manera habitual de contar y ver historias, una multitud de artistas cultivan un cine nuevo. Alejados del cine comercial, que tiene como último símbolo al ‘Avatar', de James Cameron, los hay que prefieren mirar a los orígenes del cine para crear. O los que quieren hacer de la proyección una performance activa y extender así las fronteras de lo que es y puede ser una película. Ambas cosas hace la cineasta Zoe Beloff con sus películas en 3-D artesanal, en las que convoca el ilusionismo del cine y ejecuta sesiones de cine performance, que la convierten en una suerte de médium del cinematógrafo.

La artista escocesa afincada en Nueva York está convocando estos días a los fantasmas del cine primitivo en la (S8) Mostra de Cine Periférico, que se celebra desde el jueves 2 de junio en otro lugar al margen: una antigua cárcel provincial en A Coruña. Allí la artista, colaboradora de John Cage entre otros, comparte espacio entre rejas con otros mitos del cine de vanguardia americano, como Nathaniel Dorsky y Phil Solomon, otros dos exploradores de viejos formatos y de una cierta espiritualidad cinematográfica. De hecho, los tres forman parte de un ciclo que bajo el nombre de ‘El cielo en la Tierra' estará también en la Casa Encendida de Madrid para enseñarnos un cine que explora la inmaterialidad y el misterio a través del celuloide.

'Busco que el espectador conviva con la certeza de que lo que está viendo es un truco'

Dorsky y Bellof comparten el interés por superar la concepción del cine como una experiencia pasiva por parte del espectador, una voluntad que está también en la médula de la Mostra de Cine Periférico de A Coruña, un festival insólito en España, que busca expandir lo que entendemos por una película. 'El cine como performance se remite a los orígenes del medio, cuando el proyector y el proyeccionista estaban en la sala, y el sonido y el ritual de la maquinaria era parte esencial de la experiencia de ver una película', comenta Beloff en una conversación con Público. 'El cine comercial está empeñado en hacer desaparecer los signos que muestran que una película es una película, que no es real, que es una ilusión. A mí me interesa precisamente lo contrario, mi 3-D es el contrario al de James Cameron, que quiere hacerte olvidar que lo que ves es una construcción, yo, en cambio, busco que el espectador conviva con la certeza de que lo que está viendo es un truco, que al mismo tiempo es capaz de fascinarlo', precisó Beloff.

La artista, que ha expuesto en el Moma y el Whitney Museum entre otros, utiliza como paradigma en su trabajo las investigaciones psiquiátricas y los documentos clínicos de enfermedades mentales a lo largo de la historia, y escenifica recreaciones de estados mentales y espirituales que se mueven entre los límites de la cordura y la fantasmagoría. 'Lo que me interesa es mantener un diálogo con los orígenes del cine. Además, el cine como el pensamiento trata sobre el movimiento y el deseo, por eso me interesa incorporar la psicología en mis proyectos', precisó la artista, que trabaja en gran parte con ‘foundfootage' o material apropiado.

El (S8) toma como referencia el cine en Súper 8

La apropiación que hace Beloff de grabaciones privadas (como en el proyecto The Coney Island Amateur Psychoanalytic Society Dream Films), comparte el mismo espíritu con el que nació la Mostra de Cine Periférico, que tiene en el súper 8 su símbolo estético y moral. El (S8) toma como referencia el cine en Súper 8, un formato que ha sido, y es, herramienta de pioneros y francotiradores del audiovisual, un formato barato, familiar, alejado de las exigencias industriales y que ha sido capaz de ser el vehículo del cine experimental desde que nació su primera versión en los años treinta del siglo XX.

'Desde el (S8) creemos que en la fagocitación del cine antiguo hay un camino, en la apropiación y reformulación de los contenidos audiovisuales ya existentes', apunta Ángel Rueda director de la Mostra. 'Lo nuevo nacerá de las cenizas del cine', anuncia el director de un certamen que busca ante todo replantear nuevas formas de vivir en la caja negra.

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