El Gobierno ha aprobado este martes el proyecto de Ley del Cine y de la Cultura Audiovisual tras hacer hincapié en la necesidad de crear ayudas públicas "capaces de impulsar todos los aspectos del mundo audiovisual". Una norma que implica la reforma de la ley de hace 15 años. El Ejecutivo ha pedido también que se tramite por el procedimiento de urgencia para "fortalecer toda la cadena de valor del tejido creativo e industrial" centrándose en sectores independientes para formar "elementos esenciales de la diversidad cultural", según el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.

La Ley del Cine se incluye dentro del plan España, Hub Audiovisual de Europa y busca impulsar mecanismos de mejora en la competitividad de las empresas y profesionales en el entorno internacional, el fomento de la producción, distribución y exhibición de creaciones audiovisuales y fijar condiciones que favorezcan su promoción y elaboración. Intenta dar respaldo a los autores y autoras, y al pleno ejercicio de los derechos de propiedad intelectual.

Para entender la norma hay que considerar algunas de sus claves. El reciente proyecto de ley se queda con la misma definición que la de hace 15 años. Un productor independiente será la persona física o jurídica que lleve a cabo la actividad de distribución cinematográfica o audiovisual siempre y cuando cumpla con dos requisitos: el primero es que no esté participada mayoritariamente por una empresa de capital no comunitario, ni dependa de ella en función de sus órganos ejecutivos, su accionariado, su capacidad de decisión o su estrategia empresarial. 

El segundo requisito es que no esté participada mayoritariamente por una prestadora de servicios de comunicación audiovisual, por un grupo de comunicación o por capital público, tengan o no carácter comunitario, ni dependan de ellos en función de sus órganos ejecutivos, su accionariado, su capacidad de decisión o su estrategia empresarial.

Cuidar el cine

El cine se ha convertido en un bien preciado, por lo que el Patrimonio Audiovisual y Cinematográfico ahora se incluye como integrante del Patrimonio Histórico Español y la Filmoteca Española se califica como bien de interés cultural. Se ha añadido, además, al título de la ley el concepto de "cultura audiovisual" junto al de "cine" porque ambas actividades forman "una unidad que integra las especificidades de los distintos medios de explotación y difusión de las obras audiovisuales". Así como toda obra española, portuguesa y aquella considerada nacional por un Estado de América Latina miembro de la Conferencia de Autoridades Audiovisuales y Cinematográficas de Iberoamérica (CAACI) será una obra iberoamericana. 

La lengua de las películas y de las obras audiovisuales incluyen las lenguas reconocidas por las Comunidades Autónomas y las lenguas de signos españolas. Las plataformas también tendrán que declarar sus datos de visionado de los productos. En referencia a las salas de cine, todas podrán acceder a las ayudas a la exhibición y se pondrá atención en las salas independientes o de núcleos rurales. Además, se reservará un porcentaje al cine nacional y europeo del 20%, e incluye cine latinoamericano y cine dirigido por mujeres. La reserva del 35 % de las ayudas de producción para mujeres a través de las órdenes de ayudas pasa ahora a ser una obligación.