Hay quien opina que trabajar con tu pareja es un horror. No es el caso, desde luego, del matrimonio formado por Courteney Cox y David Arquette, embarcados como productores –y ella, como protagonista– en el estreno de esta noche en Fox: Dirt.

Juntos han concebido este proyecto, el de una serie de televisión ambientada en los pasillos de la redacción de una revista sensacionalista, empeñada en sacar a la luz los trapos más sucios y secretos de la sociedad de Hollywood.

“La fama tiene un precio. Aquí está ella para cobrárselo”. Con esta frase tan explícita se promocionó la comedia en EEUU, dejando claro los oscuros matices del personaje de Cox, Lucy Spiller, la directora de un medio de los que se valen de exclusivas millonarias, acuerdos, traiciones y habladurías para indagar en las vidas de los famosos.

La revista se llama DirtNow –algo así como SuciedadAhora, en inglés– y está plagada de personajes tan faltos de escrúpulos como Lucy. En una revista como esa no podía faltar un paparazzi, al que da vida Ian Hurt, quien además es un esquizofrénico que se niega a tomar su medicación; el hermano bisexual de Lucy, quien le suministra algún sucio cotilleo; y una pareja de actores heridos que mantienen una extraña relación de amor-odio con la publicación.

Después de haber sido durante diez temporadas Mónica en la recordada comedia Friends, Courteney Cox podría haber escogido casi cualquier cadena de televisión o proyecto para su vuelta a la pequeña pantalla. Después de los 40 millones de dólares y la fama que ganó en las últimas temporadas de aquella sitcom, el dinero seguro que no hubiera sido su principal preocupación, ni el de los productores. Pero es mejor montárselo
en familia.