En la muñeca izquierda lleva una pulsera de oro con números grabados. 'Llevo 24 años sin probar una gota de alcohol, y cada año que pasa me hago grabar un número, cada uno de ellos es un toque de alerta para mantenerme alejado de la bebida', suelta Dan Fante con una sonrisa que borra sus casi 70 años. El hijo de John Fante (1909-1983), autor de Pregúntale al polvo, también es escritor.

Sajalín Editores publica la primera de sus cinco novelas, Chump Change. En ella, a través de Bruno Dante, un alter ego más que evidente, el autor describe cómo vivió la muerte de su padre. 'Chump Change me salvó de la locura, bebía a diario, sabía que tenía que hacer algo y puse mi energía en escribir un libro', cuenta Fante.

'Mi personalidad es de las de todo o nada, no puedo dar un sorbo de agua, yo me tengo que beber toda la botella. Llevo escribiendo seis días a la semana desde hace 20 años. Hay gente que piensa que cuando escribes tienes que sufrir, pero para mí escribir es como el sexo, lo haces por placer, no para aburrirte', añade.

Bruno Dante es un borracho capaz de robar a su esposa, fastidiar a su hermano y dejar colgada a la familia mientras su padre agoniza en el hospital. Después de haber trabajado de pescadero, de taxista, de lavaplatos y de vendedor de muebles a domicilio, y de haberse intentado suicidar varias veces, 'lo más difícil en el mundo es vivir en paz con tus pensamientos, quedarte solo contigo'.

Bruno Dante es un borracho capaz de robar a su esposa

Rocco, el perro del padre del protagonista, es el otro protagonista. 'Cuando el padre de Bruno muere, él se hace cargo del perro. Para Bruno la muerte del perro es la muerte de su padre', resuelve.

En esta historia queda claro que 'querer a John Dante no ha sido tarea fácil'. ¿Cómo fue querer a su padre? 'Era como estar enamorado de un perro que te muerde. Mi padre era un hombre muy difícil, muy volcánico, pero lo quería. Un secreto: terminas casándote con uno de tus padres. Es decir, siempre te atrae lo que te resulta familiar. Siempre he estado con mujeres muy locas', reconoce.

Dan Fante se declara un intolerante con la mala escritura: 'Cuando lees algo y no te toca el corazón es que es una mierda, así de simple'. Nacido y crecido en Los Ángeles, por su casa pasaron muchos de los escritores a los que admira, como Edward Bunker. De Bukowski (uno de los responsables de rescatar del olvido las obras de John Fante) se queda con su poesía, porque considera que como novelista 'no brilla'. Como lo que busca es divertirse, ahora quiere, sorpresa, construir un detective para hilar una serie de novela negra.