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Un demencial viaje a lo desconocido

Una isla entera que recorrer, corrompida por mercenarios, señores de la guerra y autóctonos perturbados en 'Far Cry 3'

EDUARDO ORTEGA

Una paradisíaca isla en medio del Pacífico en la que un grupo de amigos se dispone a pasar las mejores vacaciones de su vida, pero todo se torna un infierno y la paradisíaca isla es un mar de interrogantes.

Un argumento con reminiscencias a la serie Perdidos (J. J. Abrams, 2004), aunque el primer Far Cry -un ambiente al que vuelve el último juego de la saga de Ubisoft- en realidad apareció meses antes que la viral serie de la ABC estadounidense.

En efecto, Far Cry 3 retorna al mejor escenario, un archipiélago tropical en mitad de la nada que pondrá al límite al protagonista de esta historia.

Jason Brody debe encontrar a sus amigos, secuestrados como él -hasta que escapa- por autóctonos perturbados. Para ello, el protagonista tendrá que aprender a usar la isla y todo lo que ésta le ofrece en su bien, para lograr su objetivo.

La caza de animales salvajes o la recolección de plantas, entre otras cosas, servirán para fabricar medicamentos, mochilas, cartucheras, montar armas o, simplemente, para conseguir dinero con el que comprar armamento.

Un vasto arsenal a disposición del jugador con el que adentrarse en la isla y acabar con los enemigos que se le ponen por delante. Una isla corrompida, que tiene poco de paraíso, llena de mercenarios, señores de la guerra o indígenas guerrilleros. Y muchos interrogantes por solucionar.

La demencia y las drogas son también protagonistas del juego, de tal manera que no se sabe muy bien qué es real y qué no

Para avanzar entre lo salvaje será fundamental el sigilo y el cuerpo a cuerpo, así como la astucia del jugador para usar en su propio beneficio lo natural, y lo sobrenatural... A poco que se avance en el juego, uno se da cuenta de que la demencia y las drogas son también protagonistas del mismo, de tal manera que no se sabe muy bien qué es real y qué no.

Una vasta extensión de terreno que explorar y conquistar, algo similar al GTA. También guarda buenos parecidos en cuanto a las decenas de misiones, puntos que conquistar, misiones secundarias, etc...

Todo un mundo abierto para el jugador, para disfrutar de los excelentes gráficos y del archipiélago tropical recreado. Para poder recorrerlo de punta a punta no faltan los vehículos: desde una gran variedad de coches y todoterrenos a alas delta con los que surcarlo por el aire.

Pero Far Cry 3 no es sólo la campaña principal. Tiene además un modo cooperativo muy logrado, que se remonta a seis meses antes de todos los hechos que marcan el desarrollo del juego. Y tampoco falta un sensacional modo multijugador, que cuenta con un amplio editor de mapas, el cual tambien se puede usar aparte, y que certifica una gran vuelta a los orígenes.

Far Cry 3, el regreso a una ambientación similar al primer Far Cry, salió a la venta el pasado 29 de noviembre para Xbox 360, PlayStation 3 y PC.

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