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Disidencia, feminismo contemporáneo y autodefensa en Princesas y Darthvaders

La Casa Encendida acoge una nueva edición de este festival comisariado por la escritora y periodista Lucía Lijtmaer. Puto Chino Maricón, Tríbade, Jessica Crispin, son solo algunos de los invitados a un cita que abordará los retos del feminismo.

Cartel de la IV edición del festival Princesas y Darthvaders.- LA CASA ENCENDIDA

"Estamos preparando un #PrincesasyDarthvaders de pólvora y lentejuela", advierte vía Twitter Lucía Lijtmaer, periodista, escritora y comisaria del festival. No es para menos. La pólvora —entendemos— corre a cargo de Jessa Crispin, ensayista estadounidense y aguafiestas oficial de ese feminismo mainstream e inofensivo erigido al calor del capital. A su vera; María Fernanda Ampuero, cronista y escritora de verbo afilado y alergia al eufemismo. Una charla que, en palabras de la comisaria, "pretende analizar ese proceso de cooptación de cierto feminismo por parte del capitalismo".

El contrapunto melódico lo pondrá Puto Chino Maricón, joven arquitecto de origen taiwanés cuyo nombre artístico en forma de agravio hace las veces de carta de presentación. "Me veo como una persona o ente renacentista pero mal hecho, mal figurado en plastilina", le gusta autodefinirse. Su pretendida frivolidad y esa cruzada irónico-festiva frente a la discriminación por razones de género, le convierten en uno de las voces millennial a tener en cuenta. 

"La relación entre el feminismo y el humor viene de muy largo precisamente porque hay cosas que no se toleran en los discursos oficiales y el humor tiene la capacidad de expresarlas", explica Lijtmaer, para quien la apuesta del festival por la comedia es uno de sus ejes vertebradores. Este año con la presencia de la actriz, guionista y comediante argentina Ana Carolina que ofrecerá el sábado por la tarde una stand-up provista de humor contracultural capaz de sacudir los márgenes del sentido común.   

Pero no todo va a ser entregarse a la jarana. Antes, en la mañana del sábado y a lo largo de la tarde, se impartirán talleres de autodefensa digital feminista. En efecto, la violencia estructural y sistémica que afecta a las mujeres también se juega en las redes. El colectivo barcelonés Donestech lo sabe bien y ofrecerá al personal interesado —ojo, las interesadas deberán traer su propio portátil— estrategias de seguridad digital.

La feminidad como performance

Huir de lo normativo para mirar con otros ojos el deseo, la identificación y la objetivación. La artista canadiense Victoria Sin se sirve de la idea de lo drag para hacer reflexionar al personal sobre la feminidad y lo queer. La cita será el domingo por la mañana y los participantes que gusten podrán inventarse su propio personaje echando mano de maquillaje —traído de casa, a poder ser— e indumentaria diversa.

La autoparodia irá de la mano de la siempre irreverente Jelen Morales, asidua de los Deforme Semanal, late night de frecuencia quincenal comandado por Litjmaer e Isa Calderón, espacio para el chascarrillo aguzado y ajeno a clichés machirulos. Y para terminar Tríbade, formación de rap con aires rumberos, anarquismo relacional y perreo lésbico. Sus rimas y sobre todo su actitud hacen les convierte en la vanguardia feminista del urban español.

El Festival Princesas y Darthvaders tendrá lugar un año más en La Casa Encendida, centro que Lijtmaer no duda en poner en valor: "La dirección cultural de La Casa recibió el proyecto con los brazos abiertos desde el primer momento. Son gente muy abierta y creo que no es casualidad de que en su mayoría sean mujeres; su labor y su actividad social es encomiable".

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