Este artículo se publicó hace 2 años.
El irónico cuadro de izquierdas en ARCO que ha enamorado a la derecha
'Mis líderes favoritos de extrema izquierda', expuesta en la Feria de ARCO de este año, ironiza sobre la imagen que la derecha tiene en torno a Pedro Sánchez.
Jose Carmona
Madrid-Actualizado a
Un hombre con pinta de bonachón pero lengua afilada se planta ante un rostro voluminoso de Pedro Sánchez. Al lado derecho del mentón presidencial, los nombres de Fidel Castro, Hugo Chávez o Nicolás Maduro escoltan el gesto socialista. A la izquierda, los viejos clásicos de Lenin, Stalin y Mao Zedong. "Me gusta, son todos los indeseables que le gustan al presidente. Imagino que al artista piensa igual", arguye el sexagenario con cierta timidez.
A poco más de un metro, Riiko Sakkinen aguarda en silencio. Finlandés residente en España desde hace 20 años, el autor de esta obra se sorprende, pero también disfruta, al ver que la derecha hace suyo el cuadro. "Es una obra hecha desde la izquierda. Es curioso como con el arte visual la gente puede llegar a interpretar el mensaje contrario al que se quiere mandar", relata a Público durante la inauguración de la Feria de ARCO 2022.
Expuesta por la galería Forsblom y tasada en 14.000 euros, la obra, titulada Mis líderes favoritos de extrema izquierda, pretende ser una ácida crítica a las proclamas lanzadas por la derecha española desde que Pedro Sánchez alcanzó La Moncloa. "Me interesa el arte político, no el propagandístico", garantiza el autor. En 2020, este creador ya trabajó la ironía con una obra en la que, sobre un retrato del dictador Francisco Franco, se podía leer: "Franco no fue tan malo como dicen".
"Llevo años oyendo que Sánchez traerá el comunismo a España. ¿Esto es comunismo?", se pregunta de forma retórica Sakkinen. Ese mantra repetido hasta la saciedad ha terminado por ser una obra de arte. Tal vez su cuñado, de derechas, haya servido de inspiración para la creación: "Me dijo que estaba bien, que Pedro Sánchez es comunista. Le gustó", recuerda con sonrisa de granuja.
El artista finlandés plasma en sus creaciones el tiempo al que pertenecen, dice, con el objetivo de que al mirarlas desde la posteridad sean un recuerdo de lo vivido. Esa mastodóntica aspiración, la de la fama póstuma, compite con el propósito de que el arte no se distancie de lo que narran los periódicos.
A la derecha del retrato de Sánchez, una ristra de banderas con proclamas patriotas y ultras tiñe de rojigualda el pequeño cubículo. "Esta obra dentro de cinco años a nadie le interesará, pero dentro de cincuenta creo que sí será interesante. Es un retrato de la época", apunta el creador.
Son banderas reales, disponibles en cualquier puesto en los aledaños de estadios de fútbol. Odas a la Guardia Civil, "Cataluña es España" y oraciones de Blas de Lezo, personaje histórico que Vox intenta apropiarse. "Llevé a mi hijo a un partido al Santiago Bernabéu y vi estas banderas. Quise comprarlas todas. Me pregunto si quién las compra y las usa durante los partidos lo hace en serio", comenta Sakkinen con algo de ingenuidad en su voz.
A la venta por 11.000 euros, la composición contiene toda la violencia posible que un puñado de telas tintadas pueden dar de sí. Los transeúntes de ARCO tampoco entienden si es una broma o un homenaje.
Estas enseñas, al contrario que el cuadro de Sánchez, abandonan la ironía para adentrarse en una realidad documental. Exponerlas en crudo, alineadas, para mostrar la cara más amarga del odio. Su título, Esto es España, aporta toda la rotundidad necesaria. Así es este país, radiografiado hasta las entrañas con certeza por un finlandés que llegó por amor.
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