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Una guerra en tres cajas de cartón

Nueva York exhibe las 4.500 fotografías de la maleta mexicana' de Robert Capa, desaparecida durante décadas

ANTONIO LAFUENTE

Fueron hechas en blanco y negro durante la Guerra Civil y reveladas de forma tradicional, pero sus negativos se pueden ver ahora gracias a la tecnología digital. Son las 4.500 fotografías de Robert Capa, David Seymour y Gerda Taro que estuvieron desaparecidas durante 70 años, hasta que se recuperaron en 2007 en la llamada maleta mexicana, y que, desde hoy, están expuestas en el International Center of Photography (ICP) de Nueva York.

'Los negativos constituyen una extraordinaria ventana a la producción de los tres fotógrafos durante ese periodo: son retratos, batallas e imágenes de las consecuencias devastadoras de la guerra en los civiles. Aunque algunas fotografías eran conocidas a través de antiguas imágenes impresas en periódicos y reproducciones de revistas, la maleta mexicana muestra por primera vez el orden y, en ocasiones, el contenido completo de una historia particular', advierte al visitante la leyenda de entrada a la exposición.

'Estas fotos sientan la base del fotoperiodismo moderno', dijo la comisaria Young

Cynthia Young, la comisaria de la muestra, se siente emocionada por haber recuperado y salvado las fotografías tras tres años de trabajo. 'Son imágenes que han sido iconos durante años y pueden verse ahora; ser estudiadas en su contexto original y en la secuencia en la que fueron tomadas', asegura. La importancia del material 'no es sólo que muestra una visión rica y única de la Guerra Civil española, sino también que enseña el trabajo de estos tres fotógrafos amigos que sentaron las bases del fotoperiodismo moderno'.

La emoción de Young es compartida por la gente de su equipo, como Pauline Vermare, que se ha encargado de buscar los números de las revistas Ce Soir y Regardes donde aparecieron publicadas por primera vez muchas de las fotografías. 'Las dos revistas, de ideología comunista, encomendaron la cobertura de la guerra a los tres fotógrafos en un intento por implicar a Francia y Gran Bretaña en la guerra, algo en lo que fracasaron. Sin embargo, su labor es un éxito histórico porque permitió conocer bien las consecuencias de la guerra', explica Vermare, quien muestra su extrañeza porque no hayan aparecido, hasta el momento, periódicos o revistas españoles que publicaran las fotografías de Capa, Taro y Seymour. 'No se sabe bien por qué no se publicaron en España. Puede que porque los medios españoles ya tuvieran cubierta la guerra con fotógrafos como Agustí Centelles. Pero yo creo que sí deben haberse publicado y aún no han salido a la luz'.

Las imágenes de Capa y Taro destacan por su cercanía visceral a la acción en el frente

Christopher George fue el encargado de fotografiar y digitalizar uno a uno las casi 4.500 impresiones, incluidas las del también fotógrafo Fred Stein que retrató a Capa y a Taro en la contienda civil española. 'Me llevó seis meses. Tuve que hacerlo con mucho cuidado pues eran películas muy antiguas pero, además, también porque los rollos habían estado muy apretados durante muchos años. Así que primero tuve que idear un sistema de cómo recuperarlos y, luego, cortarlos. Aunque afortunadamente estaban en muy buenas condiciones. Yo creo que cuando estuvieron en México apenas fueron tocados', dijo George a Público.

En lo que se refiere a la historia de la fotografía y el periodismo gráfico, la maleta mexicana ha sido, a juicio de Young, más importante sobre todo por lo que respecta al trabajo de Seymour, al que llamaban Chim, ya que era menos conocido. 'A diferencia de Capa y Taro, que buscaban las líneas de frente, Chim generalmente se fijaba en la gente fuera del contexto de la guerra, desde soldados a agricultores y obreros trabajando en las fábricas', señala la comisaria de la exposición. Vermare destaca, especialmente, el trabajo de Chim en el País Vasco y Asturias, donde aparecen algunos retratos de campesinos, prácticamente inéditos hasta ahora.

Las imágenes de Capa y Taro destacan por su cercanía visceral a la acción en el frente. 'En uno de los rollos se puede ver cómo Capa se mueve con quienes son el objeto mismo de sus fotografías y trata de comprender y experimentar lo que hacen. Por ejemplo, en la Batalla de Teruel y en la visita a los campamentos de refugiados de Francia', se lee en un cartel de la exposición.

La muestra, que estará abierta en Nueva York hasta el 9 de enero y que en otoño de 2011 viajará al Museu Nacional d'Art de Catalunya (Barcelona), es la culminación de una historia novelesca cuya trama empezaría en la Guerra Civil, donde Capa, junto Taro, su compañera sentimental, y Seymour, futuro cofundador de la agencia Magnum, desarrollaron buena parte de su trabajo.

Obligado a trasladarse de París a Nueva York por la persecución nazi, Capa le entregó 126 rollos de película a su ayudante. Esas tres cajas de cartón, que contienen el trabajo de los tres fotógrafos entre mayo de 1936 y marzo de 1939, acabarían en manos del general Francisco Aguilar González, que ayudaba a los republicanos españoles a salir del país desde Marsella. Aguilar las trasladó a México, guardándolas durante décadas sin decir una palabra a nadie. No fue hasta la década de los noventa cuando el International Centre of Photography conoce la existencia de la maleta mexicana. Tras una larga negociación, en 2007 las cajas llegaron al ICP y fueron sometidas al proceso de restauración que ha permitido su salvación.

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