Este artículo se publicó hace 17 años.
«Hay verdaderos poetas en el mundo de la música»
Músico. Mark Olson, el fundador de The Jayhawks, presenta en una extensa gira española ‘The Salvation Blues’, un disco que es resultado de un hondo bache personal.
Mark Olson es uno de los músicos estadounidenses más respetados de su generación. Fue el fundador de The Jayhawks, el grupo de mayor éxito de lo que se llamó alt-country a mediados de los 90. Este renovador del folk norteamericano dejó la banda en 1997 para iniciar una carrera en solitario que ya acumula cinco trabajos. El último, The Salvation Blues, es el resultado de un bache personal tras separarse de su mujer, la también cantante Victoria Williams, y su grupo. Olson lo presentará en España en una extensa gira que comienza el viernes 26 en Zaragoza y continuará el 27 en Bilbao, el 28 en Barcelona, el 29 en castellón, el 30 en Madrid, el 31 en Valencia, el 1 de noviembre en Alcoi, el 2 en Alicante y el 3
en Granada.
¿Qué es ‘The Salvation Blues’?
Es una historia vital, una narración que pone el énfasis en el momento en que hay que decidir cómo mirar la vida: desde el lado oscuro o el luminoso. No se trata de hablar de la salvación como algo estupendo, sino desde la perspectiva de alguien que ha conocido la dureza de la existencia.
¿Es un disco religioso?
Es espiritual. Precisamente este concepto de salvación choca directamente con el sentimiento religioso más extendido, que es muy cerrado. Lo que yo cuento es que uno puede experimentar la salvación
de otro modo.
¿Por qué lo presenta como si fuera un libro?
Los primeros artistas que escuché fueron Bob Dylan, Kris Kristofferson o Buffy Saint-Marie, que me cautivaron por las letras. Para este disco lo primero que hice fue escribir los textos, como si fueran poemas.
¿Se ve más como escritor que como músico?
No, no. Siempre pienso en términos melódicos. Y la melodía influye mucho en las letras.
¿Qué le diría a los que no prestan atención a las letras?
No lo entiendo. Hay casos, como el de Bob Dylan, en que si no escuchas las letras te pierdes lo mejor. Es un campo tan abierto y con tantas posibilidades... Hay verdaderos poetas en el mundo de la música.
Hace tres años publicó un disco político. Éste es mucho más íntimo. ¿Por qué?
Mi vida así lo ha exigido. Rompí con mi mujer, con mi banda y perdí mi casa al mismo tiempo, así que tuve que reconstruir todo. Todo eso se ha trasladado a mi música. Tuve que mirar dentro de mí y preguntar, ¿qué demonios voy a hacer?
¿Un músico tan apegado a la tradición como usted tiene miedo a innovar?
Por supuesto que no. De hecho, estoy trabajando en nuevos sonidos, que ya he introducido las canciones extra de este nuevo disco. La idea es conseguir un sonido folk con percusión internacional. Tengo un violinista italiano y una batería noruega que conoce muchos ritmos africanos. Tocar con ellos ha cambiado la dirección de mis canciones.
¿Cree que un disco como ‘The Salvation Blues’ puede llegar al público joven?
Creo que sí. Yo cuando era joven iba a ver a músicos que ya tenían cierto recorrido, de los que podía aprender algo. Es cierto que ahora muchos jóvenes van a los conciertos como un acto social, lo que está bien, pero es muy distinto a mi experiencia personal. Yo iba por la música. También hay muchos grupos que se hacen grandes demasiado pronto. Y para ser grande en la música tienes que haber acumulado mucha experiencia. No se puede conseguir de un día para otro.
Hace dos años sufrió una depresión. ¿Está el arte directamente relacionado con el dolor?
No, creo que no. Hay muchos escritores que me gustan, como C.S. Lewis o Frank O‘Connor, cuyas obras no creo que estén relacionadas con situaciones dolorosas. En mi caso, para escribir canciones tengo que sentirme bien. No puedo componer si mi ánimo está bajo.
ANÁLISIS | Tres conciertos y medio, y un burro
Por Remate*
Mark Olson forma parte de mi magdalena de Proust, de esas voces que determinaron mi transición inconsciente de músico de conservatorio a intérprete de mis propias canciones. En mayo de 2004 yo fantaseaba con mi segundo álbum. Entonces fue cuando Juan Santaner me propuso abrir las actuaciones de Mark Olson & Victoria Williams en España (gracias). Quedamos en su prueba de sonido, en Barcelona: canciones garabateadas, cambios de instrumentos... Joder, esto promete. Y llegó el concierto, yo hice mi set, y entré al camerino aturdido, “enhorabuena, me has recordado a mi amigo Howe”, quién, dije yo. Increíble. Y salieron ellos. Un completo desastre en apariencia, sólo que era algo alucinante, genial, no he visto un concierto igual. Estaban como en su casa, en el desierto de Joshua Tree, esperando a que bajara el sol, preparando la comida para sus burros. Victoria dirigía sin dirigir y Mark Olson tocaba sin querer queriendo el piano y el dulcimer. Camino de Valencia a Mark se le fue la mano con los combinados. De modo que en Valencia toqué solo. El público no me linchó, supongo que salió bien. Terminamos la gira en Madrid. En el camerino, Victoria, abrazándome, me dice “Oh! ¿Y cómo se llaman tus burritos?” (porque en el libreto de mi primer disco salen unos burros que no, no eran míos, ay).
* REMATE es músico y publica sus discos en el sello acuarela.
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