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Iván Ferreiro se sube en su nave espacial

El músico gallego lanza ‘Pícnic extraterrestre', un álbum plagado de referencias a la ciencia-ficción

PAULA CORROTO

Iván Ferreiro ha dejado de lado el cómic de su álbum anterior para sumergirse en la ciencia-ficción. Si en los anteriores discos, la influencia procedía de la estética de Miyazaki, el último, Picnic Extraterrestre (Warner), es un homenaje que va desde la película 12 monos, de Terry Gilliam a Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, y la serie Perdidos. Irrealidad, marcianada o simplemente, como dice Ferreiro: 'La necesidad de reflexionar sobre el hecho de no saber si tú eres el normal y el resto son los raros o al revés'.

Este disco, el cuarto de la carrera de Iván desde que se disolvieron Los Piratas, se fraguó precisamente con los primeros acordes de Fahrenheit 451, una canción que destila mala baba e ira. Tiene, además, toda la pinta de convertirse en himno de conciertos: 'Casi todas las personas buenas que me rodeaban eran la peor basura que puedas tirar, cerdos, ignorantes, sois unos hijos de puta. Lo siento no puedo evitarlo'. Un estribillo directo.


'Es una letra para que no te tragues la ira. Para mí fue una terapia. Estaba bloqueado, pero cuando salió, el disco ya fue rodado', explica Iván. 'Tiene que ver con tu derecho a quejarte, que está muy mal visto. Fahrenheit 451 muestra cómo te puedes sentir ante lo que hace Telefonica o cualquier sucursal bancaria', añade su hermano Amaro.

A pesar de esta letra, los dos insisten en que este disco es 'más positivo que negativo'. No han variado en nada su estilo exagerado con el que retuercen las situaciones amorosas, tristes o melancólicas. 'La canción es siempre un lugar para jugar. Nosotros podemos permitirnos el lujo de ponernos todo lo cabrones o ñoños que nos de la gana', se excusa Iván. Y en este juego se lanzan a tocar sobre un divorcio (Canción jurídica) o a concebir una nana como La Jetee.

Picnic Extraterrestre a más de uno les sonará a los Piratas. Iván y Amaro reconocen que es 'el más sereno y más maduro' que han hecho. También que es la primera vez que se han sentido con menos pudor hacia lo que habían hecho antes. Se nota que en los tres primeros discos en solitario les pudo cierta vergüenza. 'Ahora hemos trabajado con la tranquilidad de hacer lo que nos ha dado la gana', resume Iván.

En abril, antes de que el disco saliera a la venta, Iván colgó en su página web algunas canciones y las fechas de sus primeros conciertos en la sala Joy Eslava de Madrid. A los pocos días, las entradas estaban agotadas. El poder de la red. Imparable. Por eso, se encienden cuando se les pregunta por la famosa Ley Sinde sobre las descargas. 'Nos parece fatal. Nosotros ya pagamos suficiente canon a Telefonica. La conexión es cara y los usuarios pagamos', afirma Iván para después lanzar su petición: '¡Yo no quiero que me subvencionen, pero por favor que esta ministra se vaya a casa o a hacer películas y que deje de criminalizar a los usuarios!'.

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