¡Larga vida a Spidey!
Hoy se celebra el Día de Spider-Man, que recuerda su nacimiento en 1962, en el número 15 de Amazing Fantasy. Desde entonces ha habido unos cuantos en el cine, donde ahora triunfa Miles Morales, un adolescente de ascendencia afroamericana y latina.
Madrid-
Stan Lee contó hace más de dos décadas, en una conversación con el famoso periodista norteamericano Larry King, cómo un día se quedó mirando una mosca que se arrastraba por la pared y pensó en lo que pasaría si esa capacidad de adherirse a los muros la tuviera una persona. Fue el primer destello de Spider-Man, aunque todavía muy muy lejano. Después de aquel chispazo, Lee inventaba nombres para ese personaje imaginario. "Probé Mosquito Man, pero eso no tenía ningún glamour. Hombre Insecto, eso fue aún peor. Al final llegué a Spider-Man. Sonaba misterioso y dramático, y así nació una leyenda".
Una leyenda que cumple 61 años hoy, 1 de agosto, fecha en la que se celebra el Día de Spider-Man y que recuerda su nacimiento en 1962, en el número 15 de Amazing Fantasy. Aún no se sabía, pero aquella fue la aparición del personaje más querido de Marvel. Ninguno de los superhéroes que ya habían surgido de aquellos cómics conectó con el público como éste, probablemente, porque Spider-Man no era un superhéroe.
Spider-Man es un hombre normal que tiene superpoderes, es "uno de nosotros". Y justamente ahí, en su condición de trabajador con problemas para pagar el alquiler, es donde radica el éxito del Hombre Araña. Una gloria que ni vislumbró de lejos Martin Goodman, editor de Marvel, que le dijo a Stan Lee: "Esa es la peor idea que he escuchado. En primer lugar, la gente odia a las arañas... En segundo lugar, su nombre se parece al de Superman y, en tercer lugar, no puede ser un adolescente, los adolescentes no pueden ser superhéroes. Los superhéroes no tienen problemas personales".
Sentido arácnido
Aquellos superhéroes que tanto admiraba Goodman defendían el planeta Tierra y a sus habitantes de enemigos que venían de lugares desconocidos por el hombre, eran amenazas extraordinarias. Spider-Man, en realidad, era Peter Parker, un chavalín de Queens, huérfano, que vivía con sus tíos May y Ben, que sufría bullying y que estaba enamorado en secreto de su vecina Mary Jane Watson. Sus poderes eran fruto de un accidente, la mordedura de una araña radiactiva durante una excursión escolar.
Tras el incidente, Peter Parker adquiría una visión clara, la capacidad de adherirse a distintas superficies y de trepar por las paredes cuando lanzaba telarañas desde sus muñecas, muy buenos reflejos, equilibrio, fuerza y un sentido extra, el sentido arácnido, que le avisaba de los peligros y amenazas.
Y hablando de buenos reflejos, los que tuvieron los responsables de Columbia y Marvel cuando, por fin, lanzaron en el cine Spider-Man en 2002. Fue la primera película que superó los 100 millones de dólares en un solo fin de semana y abrió una trilogía millonaria. Se pensó en muchos directores, desde Ang Lee y Roland Emmerich, pasando por M. Night Shyamalan y Michael Bay, hasta Ridley Scott y David Fincher para la producción, pero finalmente se apostó por Sam Raimi, hasta ese momento un cineasta conocido por sus producciones de terror de serie B. Acertaron.
Y llegó Miles Morales
Tobey Maguire era Peter Parker/ Spider-Man y continuó siéndolo en las dos siguientes entregas, también con Sam Raimi, que tropezó en la última. Tomó el relevo del personaje Andrew Gardfield, con el director Marc Webb, en The Amazing Spider-Man. Repitieron en The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro. Y llegó la era de Tom Holland, con Spider-Man: Homecoming, probablemente la más oscura de toda la saga, y a la que siguieron Spider-Man: lejos de casa y Spider-Man: No Way Home, las tres dirigidas por John Watts.
Desde aquella primera película de acción real que lideró Raimi se han hecho unas cuantas más y el personaje, además, ha aparecido en otras del Universo Marvel, en aventuras del Capitán America, de los Vengadores, en la serie dedicada a Venom… pero el Hombre Araña no volvió a volar alto hasta que reapareció de nuevo en la animación y con Miles Morales, un adolescente de Brooklyn, de ascendencia afroamericana y latina.
Cualquiera puede ser un superhéroe
Peter Parker ha muerto. El enemigo de Spider-Man, Norman Osborn, diseñó una araña modificada genéticamente, ésta mordió a Miles y ahora el joven tiene los mismos poderes que el personaje. Nació en 2018, en Spider-Man: un nuevo universo (Oscar a la mejor película de animación), y es ya una súper estrella. Varios universos, distintos spidermans que acompañan y ayudan a Miles, muchas aventuras, divertidísimas y muy locas que ahora están también en Spider-Man: cruzando el multiverso, extraordinaria, y que volverán con la última entrega de la trilogía, Spider-Man: Beyond the Spider-Verse.
Los creadores del genial Miles Morales, el chaval que ha vuelto a convencernos de que cualquiera puede ser un superhéroe, ya han anunciado el final de estas historias en la animación. Pero la codicia de Hollywood es infinita y se resiste a perder los miles de millones que gana gracias a Spider-Man, así que Sony ya ha dejado caer que habrá una película de acción real con Miles Morales como protagonista, mientras que Marvel ha anunciado a bombo y platillo que Tom Holland volverá a ponerse las mallas arácnidas para una nueva producción.
Buenas noticias para los fans y para Stan Lee, que, probablemente, desde un universo paralelo esté recordando el día de 1999 en el que contestó a un lector que le preguntaba si los cómics podían verse como una forma nueva de mitología. "¿Por qué no? Si siguen siendo tan populares en los próximos años como lo son hoy, incluso si los hombres del futuro no los consideran dioses, seguramente los considerarán leyendas, como Robin Hood. Después de todo, cada época tiene su mitos y leyendas". ¡Larga vida a Spidey!
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