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Lejos de mamá y papá

Lejos de la familia, el verano se convierte en algo mucho más excitante, puede llegar a ser una aventura divertida, peligrosa, incluso demencial, tal y como nos ha demostrado el cine películas como 'Los incorregibles albóndiga', 'Moonrise Kingdom', 'Viernes 13', 'La llamada' o 'Wet Hot American Summer'.

Fotograma de la película 'La llamada'
Fotograma de la película 'La llamada'.  APACHE FILMS

Mil dólares por semana de estancia. Era lo que pagaban los chicos que se apuntaban al campamento Mohawk. Una colonia de verano que tenía una lista de espera de dos años y un monitor, Tripper Harrison, anárquico, insensato y extravagante. A la vista de lo que pasaba en aquel retiro veraniego, esos padres americanos pagaban toda esa 'pasta' para quitarse de en medio a sus hijos.

Lejos de mamá y papá, el verano se convierte en algo mucho más excitante. Puede llegar a ser una aventura divertida, peligrosa, incluso demencial si el 'irresponsable' que va a ocuparse de tu seguridad es Bill Murray, un 'cuidador' haciéndose pasar por el director de actividades de Mohawk —"Como los niños querían animales, este año cada niño cazará y matará su propio oso en nuestra reserva de animales salvajes"—. La comedia de Ivan Reitman de 1979, Los incorregibles albóndigas, fue el debut en el cine del actor, que volvería muchos años después a vivir otra experiencia de cine en un campamento de verano.

En una idílica isla

Año 1965, en una idílica isla de Nueva Inglaterra, Bill Murray ahora es el padre de Suzy, una niña que huye con su 'amor por correspondencia', Sam Shakusky, de doce años, que a su vez se ha escapado del campamento Ivanhoe, de los Boy Scoutt, para acampar libremente con su amada. La película es Moonrise Kingdom (2012), de Wes Anderson, y en ella los niños protagonistas viven una historia de amor —"Estamos enamorados. Sólo queremos estar juntos. ¿Qué hay de malo en eso?"—. Divertida y preciosa fábula, en la que los niños se portan como adultos y los adultos no dejan de ser a veces como niños. A Murray le acompañaban, entre otros, Frances McDormand, Bruce Willis, Edward Norton, Tilda Swinton y Jason Schwartzman.

Otros conocidos intérpretes pusieron su primer pie en el cine también en alguna película camp. Bradley Cooper lo hizo en Wet Hot American Summer (2001), ópera prima de David Wain, que rezumaba nostalgia por el subgénero. 1981, último día en Camp Firewood, los monitores se han relajado mucho y los jóvenes viven días y noches muy libremente. Es la atmósfera en que se desarrolla esta parodia, con algunos chistes un poco más zafios de la cuenta, pero con un grupo de destacados cómicos norteamericanos (Paul Rudd, Joe Le Truglio, Amy Poehler, Dave Hyde Pierce, Molly Shannon…).

Dieta y ejercicio

Lindsay Lohan debutaba también en una colonia veraniega, en Maine, haciendo un doble personaje, el de las gemelas Hallie y Annie en Tú a Londres y yo a California (1998), remake que hizo Nacy Meyers de la película que había estrenado Disney en 1961, Tú a Bostón y yo a California, de David Swift. Separadas tras el divorcio de sus padres y sin saber nada una de la otra, se conocen en ese campamento y deciden no perderse de vista jamás. Ambos filmes eran una adaptación de la novela Las dos Carlotas, del alemán Erich Kästner. El libro, de hecho, tuve diecisiete adaptaciones más al cine, una de ellas animada, e inspiró una tv movie y varias series de televisión.

Otro debutante en la gran pantalla en este subgénero, esta vez como guionista fue Jude Appatow, con Pesos pesados, una película de Steven Brill de 1995. El cineasta se lanzaba al campamento Esperanza, un retiro dedicado al disfrute sin discriminaciones para niños con sobrepeso. Así era, al menos, antes de que llegara el nuevo propietario, un tipo obsesionado hasta el delirio por la dieta y el ejercicio. Era Tony Perkins y el papel lo interpretaba Ben Stiller, todavía camino de convertirse en uno de los reyes de la comedia americana. "Atención campistas, el almuerzo ha sido cancelado debido a la falta de ajetreo".

Música y sexualidad

Las chicas del campamento religioso La Brújula, en Segovia, sustituían el deporte por la música, sobre todo electrolatina y reggaetón. Whitney Houston sonaba a toda pastilla ese verano en La llamada, ópera prima de 'los Javis', Javier Ambrossi y Javier Calvo. Miércoles y Pericles Adams tenían otras distracciones en el rígido campamento de verano al que les enviaban Morticia y Gomez en La familia Addams: la tradición continúa, segunda película de la saga, también dirigida por Barry Sonnenfeld dos años después de la original. Megan Bloomfield se veía de pronto en un centro de reorientación sexual disfrazado de campamento de verano en But, I'm a Cheerleader, de Jaime Babbit, en 1999. Por la pantalla, en tono de comedia, pasaban temas como la sexualidad y los roles de género.

Con psicópata al acecho

Más o menos demenciales, estrictos o divertidos, los campamentos de verano son una buena opción siempre que no haya un psicópata al acecho esperando la llegada de una nueva remesa de víctimas. Por eso, no son muy apropiados destinos como Camp Crystal Lake (Viernes 13) o Arawak (Campamento sangriento), porque al final del verano podrías encontrar los cuerpos de los chicos despedazados, acuchillados o degollados.

El recuerdo que Unca Lou Handler tiene de los veranos de su infancia y juventud es muy diferente, por eso invita a un grupo de antiguos campistas a revivir esos años dorados en el Campamento Tamakwa. Nostálgica película del canadiense Mike Binder –Cuando llega el otoño-, con Alan Arkin a la cabeza y con la presencia de Matt Craven que debutó, curiosamente, en el cine camp, junto a Murray en Los incorregibles albóndigas.

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