Muere a los 95 años la actriz italiana Gina Lollobrigida, icono del cine italiano
La intérprete de 'Pan, amor y fantasía' y 'Salomón y la reina de Saba' alcanzó la fama a mediados del siglo pasado y trabajó con los directores más importantes de su época.
Madrid-Actualizado a
Fue La donna più bella del mondo, tal y como rezaba la mítica película de 1955 de Robert Z. Leonard, pero también la reina de Saba en el filme Salomon and Sheba de King Vidor con Yul Brynner, que tuvo que sustituir a Tyrone Power, muerto durante el rodaje.
La vida de la actriz italiana Gina Lollobrigida, fallecida este lunes a la edad de 95 años, está unida de forma indeleble a la época dorada del cine. Su trayectoria profesional, su inagotable talento y su hipnótica belleza, la convierten en icono de los llamados Años de Oro del cine italiano.
"La bersagliera nos ha dejado. Con profundo dolor dan el triste anuncio su hijo, Milko, y su nieto Dimitri. La familia pide en este momento de gran dolor, por parte de los medios, el máximo respeto", reza una nota de la familia publicada por los medios italianos.
Junto a su inestimable aportación al cine, Lollobrigida mantuvo hasta su últimos días un inquebrantable compromiso cívico, no en vano la actriz y artista se había incluso presentado a las elecciones generales del 25 de septiembre por la lista "Italia soberana y popular" con el Partido Comunista.
Nacida el 4 de julio de 1927 en el pequeño municipio de Subiaco, en la provincia de Roma, Lollobrigida se mudó a la capital italiana tras la guerra. Fue allí donde consiguió sus primeros papeles y donde su fama ascendió enormemente hasta convertirse en una de las grandes intérpretes de las décadas de los cincuenta y de los sesenta.
Desde sus inicios en 1946 en Aquila neta de Riccardo Freda, Lollobrigida ha trabajado con algunos de los directores más renombrados, como Pietro Germi, Mario Monicelli, Vittorio De Sica o Mario Soldati o Luigi Comencini.
Precisamente con este último rodó Pan, amor y fantasía (1953), por el cual fue nominada al premio BAFTA.
Sus últimos años los ha pasado en su imponente villa en la Apia Antica de Roma acompañado por algún asistente, entre estos el joven Andrea Piazzola, de 35 años, acusado de expoliar su inmenso patrimonio. Precisamente Piazzola ha sido llevado a los tribunales por los familiares de Gina, que obtuvieron la protección judicial de sus bienes.
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