'Nadie ama de verdad', escribe Milena Agus en La imperfección del amor. La novela, publicada por Alfaguara, es un relato con atmósfera de fábula y moraleja propia en la que cuatro mujeres muestran su arte de amar con formas muy distintas.

08. En su novela Mal de piedra el tema principal era la falta de amor. ¿Por qué otra vez vuelve a ello?

Porque el amor universal es el motor del mundo, más allá de las relaciones económicas. Es el verdadero leitmotiv para seguir soportando la vida.

07. 'Nadie ama de verdad', escribe.

Sí, lo importante de esa frase es que nadie ama de verdad y además siempre lo hace por un fin. Pero yo creo que lo importante no es saber por qué alguien nos ama, ya que quizá eso no nos guste.

06. En el libro hay cuatro mujeres muy distintas a la hora de ofrecer amor: la que cuida, la que ofrece sensualidad, la que ofrece inteligencia desde un amor más distante y la que se comporta como una niña. ¿Cuál prima ahora?

Ahora ya no existe la figura de la cuidadora. Está pasada de moda. Por el contrario, prima la mujer sensual y la que se muestra distante. Es una mujer rota.

'Yo no podría meterme en la cabeza de un hombre', asegura la autora de La imperfección del amor 

05. ¿Cuál es su opinión con respecto a esto?

No voy a hacer un juicio de valor. Creo que el hombre se ha convertido también en una persona más cuidadora. Esta faceta, que se ha restado a la feminidad, la tienen ahora los hombres, por lo que hay más equilibrio.

04. ¿Hubiera escrito sobre el amor con tres figuras masculinas?

No, porque yo no podría meterme en la cabeza de un hombre.

03. ¿Cree entonces que existe una literatura femenina?

Yo no sabría distinguir si una novela está escrita por un hombre o una mujer, pero sí que creo que la literatura femenina tiene sus peculiaridades.

02Cuando publicó Mal de piedras' dijo: 'Lo escribí para sanarme'. ¿Y ahora?

Siempre escribo para sanarme.

01. Está claro: ¡el amor no es un cuento de hadas!

Sí. El amor te lo dan pero no por los motivos que tú quisieras. Normalmente, las razones por las que te suelen amar te ofenden y es ahí cuando decides que eso no es amor. Y, sin embargo, esa es su imperfección.