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'Pequeñas cartas indiscretas', la liberación de soltar un buen taco

La película, la más taquillera en Reino Unido en los últimos años, es una comedia basada en una increíble historia real que denuncia la represión machista, reivindica la libertad de expresión y retrata el acoso y troleo de la actualidad.

Duelo entre Olivia Colam y Jessie Buckley.
Duelo entre Olivia Colam y Jessie Buckley. DeAPlaneta

"Puta paleta astuta y meona" o "eres una vieja furcia buscona, eres una asquerosa embustera y una apestosa golfa" son solo algunos de los halagos que se escribieron en las cartas anónimas que invadieron y agitaron la ciudad costera de Littlehampton, Sussex, a principios de la década de 1920. Insultos groseros que, en la profundamente machista sociedad de la época, se hicieron mucho más explosivos cuando se supo que los había lanzado una mujer.

The Daily Mail siguió muy de cerca el caso, al que bautizó The Seaside Mistery, y que ahora llega al cine con un equipo hecho a medida. Thea Sharrock es la directora, el humorista británico Jonny Sweet es el guionista y las protagonistas son Olivia Colman y Jessie Buckley. "No se me ocurre nadie mejor que Jessie para soltar todas esas palabrotas", ha dicho Colman, que también suelta tacos a diestro y siniestro en esta historia. Timothy Spall y Anjana Vasan completan el reparto.

La justicia de los hombres

Rescatada de los archivos por la historiadora Emily Cokayne y con ligeras modificaciones para esta ficción, la historia del escándalo de las cartas obscenas de Littlehampton se ha convertido en la comedia británica más taquillera de los últimos años en Reino Unido.

Comienza la década de los veinte, el movimiento sufragista cobra mucha fuerza, pero la misoginia y el machismo campan a sus anchas. Atrapadas en esta realidad, Edith Swan y Rose Godding protagonizaron un duelo que duró meses, en el que se celebraron varios juicios y que reveló las perversas consecuencias de la represión que sufrían las mujeres.

Edith Swan era una mujer religiosa, mojigata y reprimida que vivía atemorizada por su padre (Timothy Spall). Rose Godding era una mujer irlandesa, madre de una niña, con un novio guapo y considerado, y que exprimía la vida al máximo. La primera denunció a la segunda por las cartas y la máquina del linchamiento público se puso en marcha.

El actor Timothy Spall, en una secuencia de la película.
El actor Timothy Spall, en una secuencia de la película. DeAPlaneta

La sororidad de las vecinas y la determinación de Gladys Moss (Anjana Vasan), primera mujer agente de policía en la historia de Sussex, consiguieron doblegar a la deficiente justicia de los hombres. Y eso que en la época el papel de las mujeres policías no iba mucho más allá de servir té a sus compañeros y superiores. "Las mujeres policías no investigan, cielo".

Acoso y troleo

El placer de ver a Colman y Buckley, dos de las mejores actrices británicas, encarándose y lanzándose pullas feroces, o el de disfrutar con las interpretaciones de Timothy Spall, Anjana Vasan o Joann Scanlan, entre otros, solo es parte de la clave del éxito de la película en Reino Unido.

Pequeñas cartas indiscretas no solo es divertida, también es un retrato de la hipocresía social y del patriarcado dominante y sus consecuencias, y, sobre todo, es un reflejo de la sucia realidad que se vive hoy de acosos y troleos despreciables, ataques anónimos en redes sociales o públicos en boca de políticos y personalidades públicas.

Rose Godding es la víctima perfecta para un colectivo puritano. De costumbres libertinas, enemiga del corsé, aficionada a beber y fumar en el pub, dispuesta siempre a decir lo que piensa en voz alta… la sentencia estaba dictada antes de que se reuniera cualquier tipo de pruebas contra ella. "Básicamente fue juzgada por ser madre soltera, lo cual ya es bastante difícil sin que el resto del mundo te condene por ello", dijo la actriz a The Guardian en una entrevista. "Ella quería ser tan libre, plena y feliz como fuera posible, y eso tiene consecuencias". Secuelas que aún hoy perviven.

Libertad de expresión

Además, Rose Godding habla fatal. Pero es ahí, precisamente, en la forma en que esta mujer utiliza el lenguaje en el que la película adquiere una dimensión muy especial y que tiene que ver con la reivindicación del lenguaje y de la libertad de expresión. La liberación de decir lo que uno piensa sin caer en el insulto a los demás es la gran lección de este personaje en esta historia.

La actriz Olivia Colman con la directora Thea Sharrock.
La actriz Olivia Colman con la directora Thea Sharrock. DeAPlaneta

Godding nunca suelta tacos para atacar a nadie, las palabras para ella no son un arma, mientras que en las cartas anónimas se convierten justamente en eso. "Soltar esas palabras insultantes afecta de forma positiva y negativa. A Rose se le escapan constantemente, como una forma de liberación, mientras que para Edith son un descubrimiento".

Y cuando Edith Swan suelta por su boca en forma de tacos toda la represión que ha sufrido a lo largo de su vida no puede detenerse y deja, por fin y felizmente, de moderarse.

"Ha sido un rodaje muy divertido. Da mucho gusto soltar un buen taco y sabes que lo has bordado cuando todo el equipo se parte de risa con algo que has dicho", ha escrito Thea Sharrock en las notas de dirección, donde confiesa que el trabajo fue especialmente duro porque ella y el resto del equipo técnico vivieron momentos críticos intentando no estropear las tomas soltando sonoras carcajadas.

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