Este artículo se publicó hace 12 años.
Placer culpable
Director: Steve McQueen
Nacionalidad: Reino Unido
Género: Drama
Reparto: Michael Fassbender, Carey Mulligan, J. Badge Dale
Duración: 99 minutos
En síntesis
Brandon, un hombre atractivo y de éxito que vive en Nueva York, mantiene en secreto su compulsiva vida sexual. La aparición de su hermana, una cantante que expone sus sentimientos con la misma intensidad que él los oculta,
lo lleva a acercarse cada vez más al abismo.
Comentario
Son varias las secuencias de ‘Shame' que permanecen en la memoria días después de su visionado: el primer juego de seducción de Brandon (Michael Fassbender) en el metro que tiene su réplica en la escena final de la película, las miradas clandestinas con la chica que se quiere ligar su jefe, el ‘travelling' lateral que le sigue corriendo por Nueva York... En las dos primeras, el director pone en escena ese lenguaje del cortejo que no requiere de palabras para expresarse y que el protagonista domina a la perfección. Brandon no sólo es atractivo, es un seductor nato que sin embargo no encuentra placer en sus múltiples conquistas. Steve McQueen lo sitúa en un contexto urbano tan aséptico, una Nueva York de interiores y exteriores fríamente sofisticados, como él pretende mostrarse de cara al exterior. En ‘Shame', la adicción sexual del protagonista se entiende como la válvula de escape de alguien que ha reprimido cualquier posibilidad de expresión emocional. La segunda parte de la película se convierte en un descenso a los infiernos de este hombre que utiliza el sexo para expiar algún tormento del pasado que comparte con su hermana... Pocas películas como ‘Shame' consiguen convertir el deseo en algo tan tangible. Por ello resulta incómodo ese desajuste que se produce en el filme entre la brillantez con que Steve McQueen define visualmente la relación de su protagonista con su entorno y la simpleza de un discurso moral que parece empeñarse en asociar sexualidad con culpa.
El otro Steve McQueen
Videoartista de prestigio pasado a cineasta, el británico Steve McQueen (cómo mola llamarse así de verdad) debutó en el largometraje en 2008 con la impresionante ‘Hunger', una nueva mirada a las huelgas de hambre que llevaron a cabo diversos prisioneros del IRA en 1981, que no consiguió estrenarse en España. La película también supuso el primer papel importante para el ahora indispensable Michael Fassbender, que encarnaba al emblemático Bobby Sands.
Hambre y venganza
A pesar de centrarse en un tema tan diferente, ‘Hunger' no deja de tener sus puntos de contactos con ‘Shame'. Allí el protagonista también emprende un viaje hacia la autodestrucción que pasa por someter la propia carne a un calvario. McQueen mostraba un interés tan plástico como político en las huelgas de los terroristas: filmaba el cuerpo y el rostro del agonizante Bobby Sands, pero también la mierda en las celdas durante la huelga de limpieza, con la delectación de un pintor barroco. Asimismo, una larga conversación funcionaba como bisagra entre las dos partes de la película.
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