Hablar de la música folklórica de la Península es remontarse a las raíces de los pueblos, es acercarse a la sociedad a través de unas emociones y tradiciones plasmadas en lo que, según la violinista Danuta Glowacka, es uno de los rituales más antiguos de la humanidad. Tanxugueiras, Rosalía, Rozalén y un clan entero de artistas que no permiten que la tradición musical de las tierras ibéricas se diluya en el tsunami de la nueva música moderna son el impulso que necesitaban las nuevas generaciones para descubrir el folklore, un género que algunos consideran infravalorado.

El Centro Superior de Música Creativa ha recogido estas ideas para convertirlas en el primer Máster Oficial en Interpretación de Folklore de la Península Ibérica. Inspirado por un deseo de recuperar los orígenes y señas de identidad hispanas, el ciclo de enseñanza tendrá el objetivo de fusionar las tradiciones con las nuevas técnicas y herramientas de la música actual, logrando así la hibridación de un enriquecedor legado y de las composiciones de las nuevas generaciones.

La directora de la Fundación Música Creativa, organización sin ánimo de lucro que aloja este centro, así lo corrobora. "El folklore sigue siendo una música de tradición oral que debe transmitirse para seguir viva. No queremos el folklore en un museo, o no solamente, queremos preservarlo y hacerlo evolucionar", explica Laura Poggio.

Matriz es una miscelánea de jotas, chotis y fandangos que la cantante Rozalén ha logrado introducir en un solo disco, con la intención de dar visibilidad a la riqueza musical de toda la geografía española. La albacetense lo calificó como "cantar con los ancestros".

Son precisamente las 21 canciones que componen su último lanzamiento las que hacen de la artista la madrina perfecta de este nuevo curso. "Ella está implicada en el desarrollo del proyecto y en la coordinación general. El folklore es un aspecto que quiere potenciar", aseguran fuentes del centro a Público.

Música en peligro de extinción

Son muchos los que opinan que hay que reivindicar la posición de la música en el ámbito educativo, ya que es una materia que en España ha ido perdiendo fuerza en el currículum escolar. De hecho, con la LOMCE, la asignatura deja de ser obligatoria y pierde horas semanales. 

La nueva ley educativa también afectó a los estudiantes de conservatorio, puesto que cambió la normativa para cursar dicha formación a la vez que el instituto, dificultando en gran medida compaginar ambos estudios. Una posibilidad que, según el diario Sur, se ofrecía a los estudiantes desde hacía tres décadas con la LOGSE.

Muchos son los músicos a los que se les pregunta: "Estudias música, ¿y qué más?", dando a entender que la formación musical no es una posible carrera universitaria. En declaraciones a este diario, María Pérez, oboísta, considera que la sociedad no ve la dificultad de dedicarse a la música, ya que "parece fácil o asequible, porque está al alcance de todos".

Por su parte, Elena Martínez, clarinetista, le da la razón: "No te das cuenta de todo lo que conlleva hasta que no te metes realmente en el mundillo". Ante esto, el panorama musical se posiciona en el lado contrario. Aspiran a algo que ya hizo Rosalía con El Mal Querer en 2018. Un álbum de música como Trabajo de Fin de Grado que se convirtió en un rotundo éxito.