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Sho-Hai: "El primer disco de Violadores del Verso lo hicimos con un ordenador robado"

El rapero zaragozano y miembro de Violadores del Verso, Sho-Hai.
El rapero zaragozano y miembro de Violadores del Verso, Sho-Hai. JOSE CARMONA

Sergio Rodríguez (Zaragoza, 1976) es Sho-Hai, miembro de la mítica banda de rap Violadores del Verso, que catapultó al género en España y puso sobre la mesa un nuevo estilo de música en nuestro país. Ahora, este rapero maño saca su tercer disco en solitario, Polvo, en el que camina por una senda optimista tras pasar unos años difíciles. La música como terapia.

Tiene nombre de jugador de baloncesto, pero su nombre artístico es único e intransferible. Sho-Hai vuelve a la carretera con un disco en solitario en el que escribe a su hermano fallecido, reúne a Violadores del Verso para sacar un tema juntos y rapea con optimismo hacia el futuro. Leyenda del rap español, Sho-Hai atiende a Público con un doble de cerveza en la mano. 

Ya lleva más tiempo en solitario que con Violadores del Verso. ¿Cumplió con sus propias expectativas?

La verdad es que nunca me imaginé haciendo carrera en solitario, pero llegó en un momento en el que nos apetecía a todos los Violadores del Verso. A lo mejor el primero en decir que quería hacerse algo fue Javi [Kase O], aunque luego fue el que más tardó en sacar disco [Risas]. Yo estaba muy acojonado de primeras. Me había acostumbrado a estar arropado por Violadores y al no estar con ellos tuve mi drama. Pero todo son retos y metas, y superadas con creces. 

Volver a empezar siempre es complicado, pero tenía los pies en el suelo y sabía que no iba a ser tan grande como el proyecto de Violadores del Verso. Así que lo he gozado con mis salitas de 500 personas, a veces de 1.000 y muy contento así. Me gustan las salas, me gusta que huela a humanidad y a sobaco [Risas].

¿Disfruta el proceso de creación de un disco o es más como Kase O?

Trato de disfrutar los discos aunque hay muchos quebraderos de cabeza. Para una cosa que hago intento que quede bien [Risas]. Pero en comparación con Violadores del Verso, aquí mando yo y todo va más rápido. También tienes que escribir tú solo, que supone más complicaciones. Pero ahora tengo las ideas más claras, sé de lo que quiero hablar, qué instrumental pega a cada letra... El disco tampoco tiene un mensaje completo, las canciones han salido según me pillaban. 

Pero tengo una cuenta pendiente aún en mi carrera. Siempre he querido montar una banda de rock duro. Después de eso sí podré decir que he hecho todo lo que tenía que hacer. El ejemplo es Rage Against The Machine, con esos guitarrazos, me encantaría hacer algo así. Como Kase O Jazz Magnetism pero Sho-Hai Rock And Roll o yo que sé [Risas]. Siempre me ha gustado la cera guitarrera.

Muchos raperos jóvenes cuentan que entran en el estudio de grabación sin letras y que improvisan sobre la marcha. 

Yo nunca he podido hacer eso, me gusta llevar los deberes hechos. Hay gente muy hábil, pero yo necesito escribir solo, me gusta hacerlo por las noches sin que nada me moleste. Algún estribillo sí puedes improvisarlo, pero ir sin escribir... No puedo. 

Por una parte está guay ir sin nada escrito, pero yo no podría hacer eso porque soy un rayado. Necesito grabarme muchas veces y escuchar mucho las pruebas para quitar o añadir cosas. Y la grabación se queda forever, si la has cagado hay que aceptar las consecuencias [Risas]. 

Este disco nuevo tiene un tono general muy optimista.

Hay mucha más luz que en el resto de discos. Mi primer disco en solitario lo hice tras un desamor, que esas cosas me afectan mucho a la patata, y ahora a pesar de las épocas chungas que nos ha tocado vivir, con el mal aliciente de perder a mi hermano, con la ayuda de la familia y amigos me he dicho que tenía que tirar para adelante. Soy un tío muy rayado y bastante depresivo, así que le di la vuelta a la tortilla. Ser positivo fue casi algo intencionado, para decirme a mí mismo que hay que tirar para adelante. Incluso me quedé afónico de los nervios, pero me junté con los brothers y el nudo se fue. 

Después de este último disco he pensado: "A ver de qué cojones hablo luego". Pero siempre escribo con ilusión. Cuando acabo una letra o tengo un cachito, noto ilusión al levantarme para volver a meterle caña. Y cuando la tengo acabada es una euforia... es un punch de energía y autoestima muy guapo. Desde hace años, veía a Lírico y Kase O y yo quería ser como ellos. Soy ultratímido y esto me viene de lujo, me quita mucho estrés y es una pasada. Es pura terapia.

¿Le ha afectado mucho la pérdida de su hermano? Hay varios versos que van para él. 

Imagínate. Mi madre sola en casa, yo encerrado en casa... Al principio creía que lo llevaba bien, pero se revolvió todo y no me enteraba de nada. Estaba viendo series y no me enteraba, me hablaba mi chavala y no me enteraba de nada. Ha sido muy jodido. Y escribir es una terapia para liberar las miserias

¿Es nostálgico?

Sí, mucho. Yo siempre recuerdo la época de las maquetas, incluso antes de los discos de Violadores del Verso. Siempre tenemos en la cabeza esa época. Nunca dejas de aprender, pero ahí aprendías mucho más y con los pocos medios que tenías le dabas mucho al tarro. Como era tan artesano... Ahora las escuchamos y pensamos que podrían ser canciones actuales. El 95-96 los recuerdo con mucho cariño.

No teníamos estudio y grabábamos en casa. Teníamos un PC que un colega robó de una furgoneta, literal [Risas]. El primer disco de Violadores lo hicimos con un ordenador robado. Rumba [DJ de Violadores del Verso], que era el que entendía, dijo que sí y con nuestros ahorros se lo compramos. Con él hicimos un par de maquetas y el primer mini LP de Violadores. Y lo amortizamos, vaya [Risa]. Nos costó 50.000 pesetas, unos 300 euros, y en realidad valía mucho más. No voy a decir el nombre de este colega, pero nos vino de puta madre. Y todo esto lo recuerdo con mucho cariño. Grabábamos con un multipistas de casete de ocho pistas y estar pendiente de la mezcla... Artesanía pura y dura. Ahora ves vídeos y ves al DJ que en realidad no tiene nada, solo una madera y un portátil. 

En este disco han grabado un reencuentro de Violadores del Verso después de muchos años ¿A qué se debe?

Pues no fue por la gente, sino por nosotros mismos. Juntarnos, que pasó lo que pasó [El miembro del grupo Lírico fue ingresado en prisión] y estar en el estudio los cuatro... se me ponen los pelos de punta al recordarlo. Vuelves al pasado en un periquete. Fue muy bonito, soy un afortunado por tener una canción con ellos. Antes que un grupo somos amigos de toda la vida. Nos daban ganas de borrar la canción y empezar de nuevo solo por no irnos del estudio. 

"Antes que un grupo somos amigos de toda la vida"

No es que dejáramos el grupo porque estuviéramos hartos entre nosotros ni nada. Llegó un punto que nos ofrecían tocar por un caché altísimo y nosotros mismos decíamos: "¿Otra vez allí? Si es que no tenemos canciones nuevas". Pero a la peña le da igual, la gente quiere escuchar las canciones de siempre eternamente. Esos dólares hubieran venido bien [Risas].

¿Quiénes le gustan de las nuevas generaciones?

Ayax y Prok, Fernandocosta, Foyone, Hoke... Tienen una fuerza y una energía... Ajax me flipa, pero Foyone es el que más me flipa de las nuevas hornadas. No tiene letra mala, no flojea nunca y hace cosas muy variadas. 

Además, siempre ha habido muy buen rollo con ellos. Ayax y Prok siempre nos han mostrado muchísimo respeto y un cariño brutal. Es muy bonito que te echen flores [Risas]. Que te alaben así y pensar que esa gente está ahí por nosotros es bonito. Nuestras referencias eran más yanquis, quitando el Club de los Poetas Violentos (CPV)... Cada vez que veníamos a Madrid, Jota Mayúscula que en paz descanse, nos llevaba a su casa y nos ponía sus bases nuevas y nos cuidaba mucho. 

¿Nota que las nuevas generaciones van a sus conciertos? 

Noto que hay relevo generacional en mis conciertos. Violadores del Verso fue un ente que ha atrapado a mucha gente y hemos sacado solo tres putos discos y aún hay chavales que se tatúan las siglas del grupo. Nosotros cuando estábamos en plena faena llenando todo incluso íbamos a ciudades pequeñas y nos encontrábamos a miles de personas. La mitad eran raperos, pero la otra mitad, no. Pillamos la atención de mucha gente y nos decían: "No nos gusta el rap, pero nos gusta Violadores del Verso". Aún te para gente de 15 años y te pide una foto, eso es muy bonito. 

Es increíble ver a los raperos de ahora con qué facilidad llenan pabellones. El rap ahora es tendencia y hay quienes no se cortan y siguen teniendo discurso político claro.

Ayax no se corta, suelta cada cosa en el escenario que yo me parto la polla. Yo pienso lo mismo que él, pero tiene los cojones de decirlo. Y el don y la gracia para decirlo. 

Yo tampoco me he cortado en decir nunca nada; si me sigue menos peña, pues bueno. Llevo toda la vida haciendo esto y si ahora te sorprendes de lo que digo, ¿qué cojones de discos has escuchado míos? Alguna vez que he hecho alguna declaración, me dicen algo por redes y yo pienso: "¿Qué música has escuchado mía? Pedazo de mierda" [Risas]. 

En su nuevo tema 'Estúpido' habla claro contra el racismo, la ultraderecha, el hartazgo... 

"Tengo el poder de un micro y voy a decir lo que vea necesario"

Siempre estoy muy cabreado, me parece muy injusto todo. No me gusta hablar de política porque no controlo y tienes que tener una base. Los Chikos del Maíz lo hacen muy bien. Pero es una rabia y un puñetazo en la mesa, porque hacen con nosotros lo que quieren. Es impotencia más que nada, tengo el poder de un micro y voy a decir lo que vea necesario. 

¿Hay canciones que ahora le da pereza tocar en directo?

Con Violadores del Verso sí, pero las tenías que tocar. Ni las ensayábamos porque las teníamos tatuadas. Con alguna ya decíamos: "Joder, vaya asco" [Risas]. Luego ves a la peña loca y sientes que es la primera vez que la cantas

Pero ese verso de "si tienes un vaso en la mano levantarlo...", ese tema, Vicios y virtudes, lo llamábamos Vicios y mierdas [Risas]. Al tiempo la quitábamos del setlist pero la volvíamos a meter por la peña, porque les ves botar y flipar y merece la pena. 

Para esta próxima gira he extirpado El Rey de las Cantinas, del primer disco de Violadores. Hasta Rumba me dijo que si la iba a quitar ya, porque huele a tufo. Y he recuperado el estribillo de Vicios y Virtudes... ¡Vicios y mierdas vuelve! [Risas]. 

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