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“Siempre quise ser un gángster”

Tom Hardy interpreta a los gemelos Kray en ‘Legend’ y añade el nombre de estos a la lista de mafiosos reales que han tenido su película en el cine, con Al Capone, Henry Hill, Frank Lucas o Bugsy Siegel, entre otros.

Tom Hardy interpreta a los gemelos Kray en ‘Legend’

MADRID.- En los años sesenta, los bajos fondos del Este de Londres estuvieron dominados por los gemelos Kray, Ronnie y Reggie, mafiosos que habían comenzado como boxeadores y que se convirtieron en una especie de estrellas del pop, con gran relevancia cultural y jugosos contactos con algunos periodistas. Brutales, crueles y obsesionados con parecerse a los célebres gangsters americanos, su ansia de popularidad les persiguió desde Witechapel hasta la cárcel, donde murieron. Tom Hardy da vida ahora a estos hermanos en el cine, en Legend, película de Brian Helgeland que pasa rozando esta obsesión por el reconocimiento y en la que lo más (o casi lo único) interesante es la historia real de los Kray y la fascinante ‘doble’ interpretación de su protagonista.

Antes que los Kray, otros mafiosos reales, algunos de los peores delincuentes del siglo XX y ya también del XXI, han inspirado grandes personajes de la ficción. Sublimados o no, han sido oro puro para el cine.

Henry Hill ahora es uno de los mafiosos más celebrados del cine gracias al superdotado Martin Scorsese y a su insuperable Uno de los nuestros (1990). Antes de caer en manos del genio de Queens, no era más que un chivato despreciable que en su tiempo acompañó a Thomas DeSimone o Jimmy Burke, dos salvajes de la mafia, y que después vivió como testigo protegido del FBI. Ray Liotta le dio vida en la ficción, donde sus dos compinches estuvieron interpretados por Joe Pesci y Robert de Niro, respectivamente.

Henry Hill murió hace tres años lamentándose aún por no haber podido pasarse la vida entera dentro de la mafia -“desde que tuve uso de razón siempre quise ser un gángster”-. Las broncas de sus colegas y la tremenda adicción a las drogas que sufría le empujaron a los brazos del FBI. Sus sueños delictivos y sus pequeños e ilegales deslices, sin embargo, le mantuvieron en el mal camino y el Gobierno le denegó la protección. Después, dio muchas veces las gracias públicamente por seguir vivo.

'Uno de los nuestros'

'Uno de los nuestros'

Scorsese se inspiró cinco años después en otro personaje del mundo del hampa Frank Rosenthal, para otro de sus grandes filmes, Casino (1995). Protagonizada por De Niro y con una energía desbordante, esta película contaba la vida de un jugador profesional al que un grupo de mafiosos contrataba como director de un importante casino en Las Vegas en 1973. “Hay tres maneras de hacer las cosas: la correcta, la incorrecta y la mía”, decía Sam ‘Ace’ Rothstein en la pantalla, donde quedaba más claro que el agua cómo se movía y funcionaba el negocio del juego en el desierto de Nevada.

Robert De Niro en 'Casino'

Robert De Niro en 'Casino'

De Niro, de nuevo, ya había encarnado antes al legendario mafioso Al Capone, en Los intocables de Eliot Ness (Brian de Palma, 1987). El gángster, uno de los más famosos de la primera mitad del siglo XX en EEUU, terminó en la cárcel no por sus crímenes brutales o sus lucrativos negocios, sino por defraudar a Hacienda. La evasión de impuestos le puso tras las rejas gracias a la incansable y obsesiva labor de Eliot Ness, el agente del Tesoro que le persiguió sin tregua y que en la película estaba interpretado por Kevin Costner.

Jason Robards, Ben Gazzara y Rod Steiger han interpretado al gángster en películas de Roger Corman, Steve Carver y Richard Wilson, respectivamente. En televisión, han sido Al Capone los intérpretes Neville Brand y Stephen Graham. Incluso hubo un Capone español, Jesús Puente en una muy deficiente película de José María Zabalza que se tituló El regreso de Al Capone.

'Los intocables de Eliot Ness'

'Los intocables de Eliot Ness'

Otro nombre tristemente famoso por su actividad criminal que está también ligado al cine es el de Bugsy Siegel, uno de los fundadores de Las Vegas. Jefe del hampa en Los Ángeles, aseguraba que había tenido una visión volviendo desde Nevada a su ‘territorio’ tras ‘liquidar’ un asunto pendiente. Mirando el desierto, pensó que allí podría levantarse algo que diera mucho dinero. Consiguió convencer a Lucky Luciano, el Don de los Genovese, que le entregó un millón de dólares para que construyeron un hotel de lujo, el mítico Flamingo. Las cosas, sin embargo, no salieron como él esperaba en el tiempo que Luciano estaba dispuesta a concederle y poco más de un año después, el capo envió a unos matones para que descargaran la munición de sus ametralladoras Thompson en el cuerpo condenado de Siegel. En el cine le dio vida espléndidamente Warren Beatty en Bugsy (Barry Levinson, 1991).

Warren Beatty en 'Bugsy'

Warren Beatty en 'Bugsy'

En la segunda mitad del siglo XX, Frank Lucas, el jefe del crimen organizado de Harlem, se hizo especialmente popular vendiendo heroína más pura y, sobre todo, más barata que sus competidores. La llamaba ‘blue magic’, la colaba desde Tailanda en EEUU con la ayuda del Ejército -llegó a pasar paquetes en los ataúdes de los soldados muertos en Vietnam- y le hizo inmensamente rico, llegó a ganar un millón de dólares al día. El cine le convirtió en leyenda no hace mucho gracias al director Ridley Scott y a un magnético Denzel Washington. American Gangster (2007), una gran película, caía, sin embargo, en la mirada romántica al mafioso que tanto se ha denunciado y que tanto gusta a los auténticos criminales.

'American Gangster'

'American Gangster'

La mejor prueba de ello la dieron hace unos años los miembros de la Camorra napolitana, que se prestaron felices a colaborar con Matteo Garrone cuando éste decidió rodar Gomorra (2008). Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes, esta película retrataba la realidad de este grupo del crimen organizado inspirándose en los auténticos protagonistas y con algunos de ellos, incluso, participando como actores del reparto. La descripción pura y dura de cómo funcionan las cosas en Nápoles y Caserta era la mejor denuncia que podía hacerse desde el cine.

'Gomorra'

'Gomorra'

Mientras Roberto Saviano, autor del libro en el que se basó la película, salía del país huyendo de una muerte segura, el cineasta se llevaba palmaditas en la espalda. El cine siempre ha provocado gran fascinación entre los gangsters de cualquier nacionalidad.

En el caso de los napolitanos, y a pesar de que la película era un estremecedor retrato de la realidad que no celebraba, si no lo contrario, las leyes de la Camorra, se la aplaudió a rabiar. Se hicieron inmediatamente miles de copias piratas de Gomorra –estamos hablando de Nápoles-, que se vendían en todas partes y que se agotaban casi al instante. Ello no resta la enorme importancia de una película por la que Saviano recibió una emocionante ovación en Cannes. “Yo, por vivir amenazado y con guardaespaldas, no soy un caso extraño. Yo vengo de la guerra. La gente está harta de la ficción en torno al crimen organizado. Yo amo y odio el sitio de dónde vengo".

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