Este artículo se publicó hace 14 años.
"Ante la televisión me siento un coprófago bulímico"
Detrás del álter ego de Bop Pop, un voyeur acostumbrado a radiografiar a famosos y diseccionar realities, está Roberto Enríquez
Se define como consumista y fetichista. Bromea con su sobrepeso y con las horas que dedica a mirar la televisión. Detrás del álter ego de Bop Pop, un voyeur acostumbrado a radiografiar a famosos y diseccionar realities, está Roberto Enríquez (Madrid, 1971), un lector voraz de memoria apabullante que acaba de publicar Mansos. Contar de qué va no sirve de mucho: Mansos es algo más que la búsqueda desesperada de un bolso durante toda una noche en una sauna gay de Madrid.
06 El editor de Mansos, Constantino Bértolo, destaca es que en sus 117 páginas "sucede algo".
Yo no quería escribir la típica novela de "pobre de mí, mi vida es un infierno". Nuestra verdad es lo único que nos hace diferentes. La mentira es una experiencia lisérgica que nos convierte en replicantes.
05 Su historia transcurre durante una noche en una sauna. ¿No tiene miedo a que le cuelguen la etiqueta de literatura gay?
Si por literatura gay entendemos la mierda que publica Odisea y demás editoriales de novelitas rosa pero con dos pollas, Mansos no es literatura gay. Aunque está escrita por un maricón. Durante un tiempo los libros de Capote, Lorca y Baldwin me ayudaron a sobrevivir.
04 El protagonista del libro es Mateo, el manso paradigmático. ¿Él le ofreció el título?
No, surgió de una frase que le dice un personaje a Mateo: "Que mansos os volvéis cuando os follamos". No es una novela sexual pero sí aparece la parte del sexo que contagia abandono, cuando se pierde el miedo.
03 Pero usted, ¿a qué letiene miedo?
A todo. El miedo es la pulsión básica del ser humano. No me fío de los valientes, ni de los osados, ni de los que creen que la vida les debe algo.
02 En la novela apunta que "leer es como un coito". ¿En qué se parecen?
Escribir es mentira y leer es verdad. Leer bien es verdad porque nos encontramos con mundos nuevos. Escribir nos convierte en réplicas de los libros interesantes.
01 ¿Puede definir su relación de amor-odio con la televisión?
No hay amor. Me siento como un coprófago bulímico ante la televisión. Supongo que esto me iguala a la gente que genera mierda por dinero. Moralmente no me siento por encima porque su mierda me da de comer. Aunque Belén Esteban se ha comprado un chalet y yo vivo en un piso de 50 metros.
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