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Y “todavía no hemos visto nada”

Rudy Gnutti reúne en ‘In The Same Boat’ las teorías de economistas y pensadores de enorme prestigio de todo el planeta y con ellas dibuja un minucioso mapa del mundo globalizado, con sus desigualdades y amenazas. En el filme también ofrece la solución para evitar el “fracaso absoluto de la humanidad”

'In the same boat'

MADRID.- Invitado por el Comité Hispano-Inglés, J.M.Keynes dictó una conferencia en la Residencia de Estudiantes el 10 de junio de 1930 bajo el título Posible situación económica de nuestros nietos. En ella explicó cómo seríamos cien años después, es decir, dentro de catorce años. Según el británico, la economía dejaría de ser un problema para la humanidad, el mundo sería mucho más rico y la tecnología permitiría trabajar “solo 15 horas a la semana”. Solo se equivocó en esto último. Y la pregunta obvia hoy es: ¿por qué no sabemos gestionar estos beneficios? ¿por qué hay cada vez más desigualdad?
Rudy Gnutti ha viajado por todo el mundo reuniendo el testimonio de pensadores, economistas, políticos… —de la talla del brillante sociólogo polaco Zygmunt Bauman, el ex presidente de Uruguay José Mujica o el Premio Nobel de Economía Tony Atkinson, entre otros— para ofrecer una respuesta a tan peliaguda pregunta. La película documental In the Same Boat, dirigida por Gnutti y producida por Pere Portabella, revela finalmente la clave para evitar el fracaso absoluto de la humanidad. Pablo Echenique, este viernes en los cines Verdi de Madrid, y una serie de voces de especialistas, a partir del sábado en los Verdi de Barcelona, debatirán sobre los temas que trata este trabajo.

"Estamos todos en el mismo barco"

Impresionante radiografía —por momentos desalentadora, pero también esperanzada— del universo globalizado, In The Same Boat repasa la situación de este mundo en el que ha aumentado la riqueza, pero también las desigualdades; donde los ricos cada vez son más ricos y los pobres, cada vez más y más pobres; donde no se saben aprovechar las ventajas inmensas que ofrecen las nuevas tecnología y, al contrario, dejamos que estas ahoguen las posibilidades de trabajo; en el que estamos agotando los recursos del planeta… En esa civilización que hemos construido, el remedio, las mentes más brillantes del globo están de acuerdo, es la renta mínima universal.

Todos, absolutamente todos los seres humanos del planeta cobraríamos una renta mínima que cubriría nuestras necesidades básicas. Ricos y pobres. Aunque los primeros, tal vez, no ganarían nada, porque habría que redistribuir los impuestos. “Es absurdo —dice Mujica— que no podamos meter la mano en el bolsillo a los supermillonarios del mundo, es ridículo”.

“Por primera vez en la historia, la idea de la humanidad es una realidad. Estamos todos en el mismo barco. Pero lo que nos faltan son los remos y los motores que pueden llevar este barco en la dirección correcta”, afirma el prestigioso Zygmunt Bauman, que insiste: “Hoy dependemos unos de otros”.

"Un mundo único, con un pensamiento único"

La película de Gnutti se acerca a la realidad de estos tiempos críticos pasando por asuntos fundamentales como la globalización, el desempleo, la clase media y los nuevos caminos que podrían recorrerse. “Si hay que poner fecha a la globalización es la caída del Muro de Berlín. Ahora hay un mundo único, con un pensamiento único, el de la economía ultra liberal”, explica el economista Serge Latouche. Y el ex presidente de Uruguay remata: “Nosotros no dominamos la globalización, la globalización nos domina a nosotros”.

En medio de este amargo panorama, Tony Atkinson subraya una circunstancia a la que no habría que perder de vista. “Muchos países han mejorado y eso es muy positivo”. El ‘pero’ lo añade el profesor Glenn Fairball cuando explica que “la globalización está produciendo una inversión de tendencias en lo referente a la desigualdad planetaria. Se reduce la distancia entre países ricos y pobres, pero hay una escandalosa e imparable desigualdad social dentro de cada país. A pesar de todo algunos economistas piensan que es un paso adelante”.

"Frotar sal en una herida"

Lo cual no significa que no debamos enfrentarnos con urgencia a problemas gravísimos que afectan al mundo entero. “Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos y se habla muy poco de ello es el desempleo. Hemos aceptado niveles muy altos de desempleo, especialmente la gente joven, y son niveles que yo creo inaceptables y muy perjudiciales para el futuro”, afirma Atkinson. La idea general hoy es que la única salida posible es trabajar por cuenta propia y que no sirve de nada tener un título universitario, porque, como dice Bauman, “hoy no hay demanda para las habilidades de las personas. Es como frotar sal en una herida”.

No se puede hablar de desempleo sin pasar por el desarrollo tecnológico. “Hay robots que están eliminando los trabajos humanos”, apunta el sociólogo polaco. Por su parte, Andrew McAfee planteó en una conferencia la pregunta de ¿cuáles habían sido los procesos más importantes de la historia de la humanidad? Con gráficos minuciosamente trabajados demostró que no eran las religiones, ni los imperios… sino la máquina de vapor, “multiplicando el poder de nuestros músculos”. Ahora, dice McAfee, “con las tecnologías digitales estamos en el proceso de superar el poder de nuestros cerebros individuales, multiplicando así el poder de nuestras mentes”. De él es la frase: “Todavía no hemos visto nada”.

Una renta básica universal

La película In The Same Boat profundiza en otras cuestiones esenciales, como el abuso que hacemos del planeta o el aumento brutal del número de pobres. Sin embargo, el camino final se dirige a la consecución de unas respuestas. “No veo otra solución que la distribución de la renta o la introducción de una renta básica”, confiesa el profesor Mauro Gallegatti. Se refiere a un modelo de seguridad social diferente del que conocemos. Daniel Raventós puntualiza: “Todo el mundo recibe la renta básica incondicionalmente. Es un derecho. Y se hace una reforma fiscal”. Una redistribución de impuestos que, como explica la profesora Mariana Mazzucato, es perfectamente posible. “Con Eisenhower el nivel de impuestos a las rentas altas era del 90% y había niveles de inversión más altos que los de hoy”.

"El destino de la vida humana"

Con ello, más recursos para Educación, emprendimiento y políticas igualitarias, y un programa de bienestar conseguiríamos sobrevivir todos y, más allá, trabajar menos y disfrutar más. “Venimos a la vida para ser lo más felices posible y para eso hay que tener libertad, y para ser libres hay que tener tiempo libre, que es el tiempo que no gastamos porque lo invertimos en tener medios económicos para pagar el consumo. Ese mundo donde la gente trabaje menos, me encanta, pero requiere educación, no solo instrucción. Si no cambia la cultura, no cambia nada. Es más fácil el cambio material que el cultural”, afirma el sabio José Mujica, quien concluye: “La consecuencia es la civilización que hemos construido. Lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir. O ¿este es el destino de la vida humana?”

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