Lo importante es ganar. Todo, siempre. Esa historia de que lo importante es competir no pasa de ser demagogia'. En la frase de Ayrton Senna, el gran mito de la F1, se esconde el origen de su leyenda: ambición desmedida y perenne afán de superación. El brasileño es el único en la historia que ha sido capaz de doblegar a un líder que tras la cuarta carrera del año acumulaba más del 90% de los puntos en liza. El mismo y grandioso reto al que se enfrentan Alonso y el resto de rivales de Vettel a partir del domingo en Montmeló.

El alemán de Red Bull acumula 93 de 100 puntos posibles, un impresionante 93% sólo superado en la historia del Mundial por los tres pilotos que subieron a lo más alto del podio en los cuatro grandes premios que abren el curso: Schumacher, en 1994 y 2004; Mansell, en 1992; y el propio Senna, en 1991. Todos acabaron ganando el título.

Tras ellos y Vettel, el mejor porcentaje una vez disputadas las primeras cuatro citas figura Alain Prost en 1988, con un 92% de los puntos, 33 de 36 posibles. El tetracampeón francés lideraba la clasificación tras vencer en Brasil, Mónaco y México, y ser segundo en San Marino. Tras él figuraban Berger (Ferrari), con 18 puntos, y Senna, compañero de Prost en McLaren, con 15.

El brasileño sumaba el 42% de los puntos totales, prácticamente el mismo porcentaje que acredita este año Alonso, 41% merced a sus 41 puntos. El Mundial de 1988 constaba de 16 carreras, tres menos de las que figuran en el calendario de 2011 (cuatro si finalmente se acude a Bahrein). Senna cuya espectacular película documental se estrena en España el próximo día 27 tuvo 12 GP para remontar. A Alonso le quedan 15 (o 16). Ayrton se remangó y en las cinco siguientes citas logró cuatro triunfos y un segundo puesto. Entonces sólo contaban los once mejores resultados y ese acelerón cimentó la primera de sus tres coronas.

Alonso es consciente de la magnitud de la gesta a la que se enfrenta, pues él mismo edificó sus dos títulos sobre un arranque espectacular. Tanto en 2005 (19 carreras) como en 2006 (18), en ambos pilotando para Renault, el español sumó los mismos puntos, 36 de 40, e idéntico porcentaje: 90%. Nadie, ni siquiera el gran Schumacher, fue capaz de remontar.

Menos de un 90% de puntuación en el cuarteto inicial de grandes premios no garantiza el título. Schumacher (Ferrari) 85% en 200 y 2005 y Damon Hill (Williams) 82% en 1996 sí certificaron su madrugador dominio ganando el título, pero Lauda (Ferrari) 83% en 1970 y Fittipaldi (Lotus) 86% en 1973 no pudieron mantener su ventaja. James Hunt (McLaren) y Jackie Stewart (Tyrrell) fueron, respectivamente, los campeones. Y es que Senna sólo ha habido uno.